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sábado, 14 de mayo de 2011

Los familiares niegan la paliza al opositor cubano muerto

La República


Familiares y especialistas médicos que atendieron al opositor cubano Juan Wilfredo Soto negaron que fuera golpeado por la policía, contradiciendo de esta manera la versión de la disidencia, la cual generó fuertes críticas internacionales.

Rosa Soto, hermana del fallecido, señaló que no tenía ninguna marca de golpeadura y declaró que todo “es un invento de la propaganda contrarrevolucionaria", recogió el diario Granma.

Por su parte Madelín Soto, sobrina de Juan Wilfredo, manifestó su sorpresa por la polémica creada ya que él nunca le comentó antes de morir sobre ningún tipo de agresión física contra su persona.

Varios testigos que presenciaron la detención de Soto, en la central ciudad de Santa Clara, coincidieron en que los agentes del orden público lo condujeron a un carro patrulla sin que hubiese el más mínimo forcejeo ni discusión.

El médico forense Ricardo Rodríguez, que le practicó la autopsia, señaló como causa del fallecimiento una pancreatitis aguda, con focos hemorrágicos a nivel de cola y cuerpo pancreáticos.

Durante la necropsia no se apreciaron signos de violencia a nivel externo o interno y se descartó la supuesta golpiza como detonante de la pancreatitis, dado que un trauma, para que llegue al páncreas, tiene que ser visible, afirmó el médico forense.

La polémica comenzó cuando Guillermo Fariñas, Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo, también residente en Santa Clara, aseguró que Soto había sido asesinado por la policía, al propinarle una golpiza en un parque público.

Rápidamente Elizardo Sánchez, presidente de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos, se sumó a la denuncia internacional y afirmó no tener ninguna duda de que Soto murió por una paliza policial.

La respuesta no se dejó esperar y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, aseguró que el bloque comunitario pedirá de inmediato a La Habana explicaciones sobre la muerte del opositor, mientras que el viceministro alemán de Relaciones Exteriores, Werner Hoyer, exigió una investigación.

El gobierno cubano rechazó las acusaciones en lo que calificó como una campaña mediática contra la nación caribeña.

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