El avión experimental sin combustible 'Solar Impulse' ha aterrizado en la noche de este viernes en Bruselas, finalizando su primer vuelo internacional. La travesía, de 13 horas de duración, partió desde Suiza. Se trata de una prueba destinada a conseguir una ruta con escalas en todo el mundo.
"Es hermoso", exclamó Bertrand Piccard, el diseñador del dispositivo. "Con este vuelo, alentamos a los responsables políticos a adoptar políticas energéticas más ambiciosas", dijo justo antes de aterrizar. Abogó por "un cambio de mentalidad para animar a la gente a utilizar nuevas tecnologías verdes y dejar de perder los combustibles fósiles. "Es una locura que la humanidad gasta un billón de toneladas de petróleo por hora", dijo.
El avión diseñado por este ingeniero aeronáutica tiene una envergadura de 64 metros, similar al del Airbus A340. Sin embargo, apenas pesa 1,6 toneladas, "el peso de una berlina", aseguró. El dispositivo, una especie de libélula gigante, ya había entrado en la historia de la aeronáutica en la fabricación de un primer vuelo de 24 horas sin interrupción y sólo impulsados por paneles solares y baterías en julio de 2010.
Las alas del prototipo están cubiertas con 12.000 células fotovoltaicas que alimentan cuatro motores eléctricos. En esta ocasión el aparato ha volado hasta 3.600 metros sobre el nivel del mar, con velocidades punta de 70 km/h.
El próximo objetivo de este proyecto de 100 millones de francos suizos (unos 80 millones de euros) es construir un segundo prototipo, más grande y con un mejor rendimiento. Esta nueva unidad debería llevar a cabo en 2013 una ruta sobre el Atlántico. El objetivo final del equipo con sede en Duebendorf, Suiza, es el montar una gira mundial en 2013 o 2014.
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