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jueves, 12 de mayo de 2011

El derroche del dinero público en EEUU


Estudios con dinero público sobre la fogosidad de las universitarias al beber; miles de billetes de avión tirados a la basura sin motivo; televisores de 63 pulgadas comprados con las tarjetas de crédito del Gobierno... en un momento de 'apretar el cinturón', muchos ciudadanos se acuerdan de que es tan importante ahorrar como saber gastar.

Estos son algunos ejemplos de derroche público en Estados Unidos, un país en el que el déficit fue de 1,41 billones de dólares en 2009, un 9,9% del Producto Interior Bruto (PIB). Y que este año aún será mayor.

Planes de estímulo... sexual

Distintas partidas de dinero público han sido destinadas en los últimos años a inversiones relacionadas con el sexo.

El Instituto Nacional de Salud (NIH) subvencionó con 423.500 dólares de los estímulos contra la crisis un estudio en el que se analizaba por qué los hombres prefieren el sexo sin condón, informa 'abcnews'.

El NIH también empleó otros 219.000 dólares en investigar durante un año cómo potencia el alcohol el sexo de una noche en las chicas universitarias. The Heritage Foundation, un importante 'Think Tank' conservador, denunció esta investigación en la que se analizó el comportamiento sexual de medio millar de 'conejitas' de indias en su primer año de carrera.

El Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo (NIAA) anunció en mayo un programa de 2,6 millones de dólares para enseñar a las prostitutas chinas a beber con moderación en el trabajo, según publica 'cnsnews'.

Tirando de la tarjeta de crédito... pública

La Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO, en sus siglas en inglés) es el "brazo del Congreso" que vela por el correcto uso del dinero público. "Nuestro trabajo da lugar a leyes y actas que mejoran las actuaciones gubernamentales, ahorrando miles de millones de dólares a los contribuyentes", explica en su web.

Una de sus investigaciones tuvo lugar en 2006, cuando detectó que miembros del departamento de Seguridad Nacional (DHS) utilizaban tarjetas de crédito a cargo del erario público para hacer todo tipo de compras: "no sólo pequeñas operaciones de menos de 2.500 dólares", sino lujos como una televisión de plasma de 63 pulgadas valorada en 8.000 dólares y que estuvo en su caja medio año; un centenar de ordenadores que nunca fueron vistos por 170.000 dólares; iPods e incluso 230 dólares por un kit para elaborar cerveza.

Donde no llega el GAO, llega la prensa. 'The Wall Street Journal' reveló que los congresistas estadounidenses se fueron de compras con dinero público en 2008, en plena crisis económica. Uno alquiló un coche Lexus por 24.730 dólares; otro se compró una cámara digital de 1.435; otro se hizo con dos televisores de Sony de 46 pulgadas.

Estos gastos, aunque inmorales, son legales. Los congresistas deben ceder lo adquirido con dinero público a la administración cuando dejan el cargo. El presupuesto de los miembros de la Cámara de Representantes rondaba los 1,9 millones de dólares frente a los 4,5 millones de los senadores.

Gastos indescriptibles

La Casa Blanca hizo una sesión de fotos con el avión del presidente, el Air Force One, en distintos lugares simbólicos de EEUU. Además de costar unos 60.000 dólares la hora, el miedo provocado en Manhattan por la aparición del B747 puso "furioso" a Obama.

Un informe del Congreso, revelado en mayo de 2009, cifraba en 3.000 millones de dólares el coste de reposición durante años de la arena de algunas playas erosionadas por las olas. Un esfuerzo inútil, pues las olas devolvían después la arena a las profundidades del océano.

Por su parte, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense gastó 51.500 dólares de los planes de estímulo en nueve disfraces como el de Bobber, 'el Perro de Seguridad en el Agua'. The Heritage Foundation considera un despilfarro tal coste para enseñar a los niños la importancia de las medidas de seguridad en los barcos.

Billetes de avión tirados a la basura

El Pentágono gastó unos 100 millones de dólares entre 2001 y 2002 en comprar 41.000 billetes de avión que no fueron utilizados. Según la investigación publicada por el Senado, ni siquiera se intentó recuperar parte del dinero con su anulación.

Más grande, ¿mejor?

Según las investigaciones del GAO, a 27 de los 33 palacios de justicia construidos por la Administración de Servicios Generales desde el año 2000 les sobran más de un millón de metros cuadrados, lo que supone 835 millones de dólares malgastados en su construcción y 51 millones de alquiler y mantenimiento anual de más.

Subsidios agrícolas

Las ayudas a la agricultura, cuyos orígenes se remontan a los años de la Gran Depresión, rondaron los 15.000 millones de dólares en 2009, aunque llegaron a superar los 20.000 millones justo al inicio de la crisis en 2007, según los datos de Environmental Working Group.

Tanto esta ONG como el 'Think tank' conservador The Heritage Foundation denuncian que estos subsidios son demasiado costosos y están mal repartidos: el 74% de toda la ayuda acumulada entre 1995 y 2009 la recibió el 10% de los receptores más ricos.

Cada uno de estos beneficiados recibió 445.127 dólares de media en estos 15 años, mientras otro 80% de los subsidiados recibió 8.682 dólares. "La mayoría de los subsidios va a granjas comerciales con unos ingresos medios de 200.000 dólares", denuncia la ONG.

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