Los dos primeros radares de tramo empiezan a multar hoy

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Suena desde hace casi un año y medio en la mente de los conductores pero desde hoy es ya una realidad: los radares de tramo multan. Al menos dos, en la AP-6, en el túnel de Guadarrama (Madrid), y en la A-7, en el túnel de Torrox (Málaga), según confirmó ayer la Dirección General de Tráfico (DGT).

Aunque los dos cinemómetros funcionan en pruebas desde el 22 de diciembre, Tráfico no ha multado hasta ahora a los infractores que hayan circulado a más de 100 kilómetros por hora, la máxima velocidad permitida en los dos túneles, y se ha limitado a enviarles una carta en la que les informaba de la sanción que podrían haber recibido: hasta 600 euros de multa y la pérdida de hasta seis puntos del permiso de conducir.

El radar de Guadarrama cubre un recorrido de 3,5 kilómetros en el sentido A Coruña, y el de Torrox vigila un kilómetro en sentido Barcelona. Estos radares, señalizados como los fijos, funcionan con dos cámaras situadas al principio y al final del subterráneo, que registran la matrícula del vehículo y la hora exacta a la que entra y sale. Los datos son remitidos a un ordenador central en tiempo real, que calcula la velocidad media que ha mantenido el vehículo en el tramo. En el caso de que se haya excedido la velocidad, el ordenador envía los datos del infractor al centro de gestión de multas de tráfico de León.

Según la DGT, este tipo de radar es más justo, ya que no lo pueden evitar los conductores que frenan ante un radar fijo, pero, al mismo tiempo, no sanciona a los buenos conductores que, en un despiste, circulan más rápido.

En su batalla contra el exceso de velocidad, la principal causa de accidentes de tráfico en España, la DGT instalará 100 nuevos radares, seis de ellos de tramo, según anunció a principios de año Interior. Además, desde el 1 de enero, la velocidad a la que saltan los radares fijos y móviles en las autovías se ha reducido de 138 a 135 kilómetros por hora.