.

.

lunes, 11 de octubre de 2010

El gobierno cubano insta al presidente Obama en la lucha antiterrorista

"Como indica el Decreto Ley del Consejo de Estado, publicado hoy, a partir de este año, el 6 de octubre se conmemorará el "Día de las víctimas del Terrorismo de Estado".

Hace exactamente treinta y cuatro años, 73 personas inocentes: 11 guyaneses, cinco ciudadanos de la República Democrática Popular de Corea y 57 cubanos fueron asesinados en pleno vuelo, a causa del estallido de una bomba en una aeronave de Cubana de Aviación que acababa de despegar de Barbados. Entre ellas, 24 jóvenes del equipo juvenil de esgrima que habían obtenido todas las medallas de oro del Cuarto Campeonato Centroamericano y del Caribe, celebrado en Venezuela.

Para el pueblo de Cuba, que ha sido blanco del terrorismo de Estado desde el mismo triunfo de la Revolución, las dolorosas pérdidas sufridas aquel día se sumaron con indignación a las cuantiosas víctimas, por las que aún hoy reclamamos justicia.

El origen del fenómeno se remonta a 1959, cuando la naciente Revolución adoptaba las primeras medidas en beneficio popular.

En época tan temprana como marzo de 1960, el presidente Eisenhower aprobó un programa de acciones encubiertas contra la isla, que fue desclasificado hace algunos años. La Agencia Central de Inteligencia norteamericana asumía el papel rector en la planificación, aseguramiento logístico, reclutamiento y entrenamiento de mercenarios para la ejecución de acciones terroristas bajo el amparo del gobierno de ese país.

Incendios, bombardeos, sabotajes de todo tipo, secuestro de aeronaves, barcos y ciudadanos cubanos, atentados contra nuestras sedes y asesinatos de diplomáticos, ametrallamiento a decenas de instalaciones, múltiples intentos de acabar con la vida de los principales líderes de la Revolución, especialmente, cientos de planes y acciones para atentar contra el comandante en jefe.

En este contexto, organizaciones terroristas radicadas en Estados Unidos, financiadas y protegidas por la CIA, fueron precursoras de los secuestros aéreos y del empleo de aviones civiles para acciones bélicas contra Cuba.

Los autores del crimen de Barbados y otros tantos contra Cuba, Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, han vivido y aún residen impunemente en Miami. El primero, gracias al perdón ejecutivo del entonces presidente George Bush (padre), quien era el director de la CIA cuando sus agentes sabotearon el avión cubano; y el segundo, amparado por Bush (hijo), espera en libertad la realización de un juicio por causas menores y no por los múltiples cargos de terrorismo internacional como corresponde.

A pesar de todos estos crímenes, Cuba siempre ha mantenido un desempeño ejemplar en la lucha contra el terrorismo y ha ratificado la condena a todos los actos de esa naturaleza, en todas sus formas y manifestaciones.

En varias ocasiones, las autoridades cubanas han hecho conocer al gobierno de los Estados Unidos, su disposición a intercambiar información sobre planes de atentados y acciones terroristas dirigidas contra objetivos en cualquiera de los dos países.

Como única respuesta, el FBI en Miami, con estrechos vínculos con la extrema derecha cubano americana, auspiciadora del terrorismo contra la isla, concentró todas sus fuerzas en perseguir y enjuiciar a nuestros compatriotas Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y René, a quienes el gobierno de Estados Unidos nunca debió encarcelar.

¿Hasta cuándo el presidente Obama continuará sin escuchar el reclamo internacional y permitirá que prevalezca la injusticia, que está en sus manos eliminar? ¿Hasta cuándo nuestros cinco héroes continuarán encarcelados?

El actual gobierno de los Estados Unidos, al ratificar recientemente la arbitraria inclusión de nuestro país en la lista anual del Departamento de Estado sobre los "Estados patrocinadores del terrorismo", además de la infame medida ha ignorado una vez más el récord ejemplar de Cuba en esta materia.

No debe olvidarse, ni por un instante, que nuestro pueblo, como consecuencia del Terrorismo de Estado, ha acumulado una cifra de muertos y desaparecidos superior a las que causaron los atentados a las Torres Gemelas y Oklahoma juntos.

Repitamos hoy la sentencia del compañero Fidel en aquella ocasión: ¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!".

No hay comentarios: