Hasta ahora, un usuario de un ordenador público municipal no podía entrar en páginas relacionadas con contenidos homosexuales. No obstante, podía comprar y vender armas, "matar moros", o descargarse juegos violentos y sanguinarios. Beatriz Simón, la concejal del PP responsable de Nuevas Tecnologías, afirma que "es la empresa Ono la que se encarga de poner el filtro en los ordenadores de uso público", como las bibliotecas. "En este caso", añade Simón, "Ono eligió el filtro de Optenet, una multinacional de software americana". En todo caso, se ha dado orden de eliminar esa restricción.
Por el contrario, la Consejería de Educación, responsable de suministrar Internet a cerca de 2.000 colegios e institutos, no ha levantado el filtro que impide acceder a webs de diversidad sexual pese a las denuncias de los equipos directivos de los centros, que no pueden usar materiales que consideran de uso divulgativo y formativo.
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