Con ingenio y tecnología de última generación, los 33 mineros rescatados de las entrañas de la tierra en Chile lograron contrarrestar el hambre, la ansiedad y el encierro durante más de dos meses, en el mayor hito de supervivencia del que se tenga registro.
Trabajar en turnos de ocho horas, mantener las horas de sueño, repartir bien la comida, estar entretenidos y sobre todo tener un líder son algunas de las pautas que los conocidos como 'héroes de Atacaama' tuvieron que llevar estrictamente para sobrevivir a 700 metros bajo tierra.
Lo más importante: la comida
Desde el momento en que ocurrió el trágico accidente, el 5 de agosto, hasta que se logró el contacto con ellos, el 22 del mismo mes, los mineros comieron cada 48 horas dos cucharadas de atún, medio vaso de leche y media galleta, además de compartir un tarro de albaricoques en conserva entre los 33 operarios.
Una vez que el mensaje que anunciaba que estaban vivos llegó a la superficie, a través de tubos plásticos, denominadas palomas, comenzó a suministrárseles botellas de agua mineralizada, vitaminas y medicamentos, junto a una dieta líquida.
Posteriormente, recibieron comida más sólida, como arroz con carne, aunque bajo un estricto régimen de 2.200 calorías para no engordar ya que la cápsula que les liberaría, la Fénix 2, tenía un diámetro de tan solo 54 centímetros.
En las cercanías del refugio, los mineros tenían un baño químico y letrinas, a lo que se sumó una sonda que suministro agua potable, por la que al menos se les hacía llegar 100 litros de agua al día.
Mantener una rutina
Una vez que se produjo el hallazgo de los mineros, se estableció inmediatamente una rutina de comidas: desayuno, refrigerios, almuerzo, merienda y cena.
Apoyados en un cable de energía eléctrica de 500 vatios, instalaron luces para simular el día y la noche, en un intento por mitigar daños en sus ojos.
Tuvieron horarios para hacer ejercicios que fueron definidos previamente por especialistas para que no se atrofiaran sus músculos y mejoraran su capacidad aeróbica.
En las últimas semanas, las labores de los mineros se orientaron a ayudar desde el fondo de la mina en las labores de limpieza del material que cae tras las perforaciones de las máquinas. Para ello, se dividieron en turnos. El tiempo libre lo disponían para descansar o disfrutar de pasatiempos.
¿Cuáles fueron sus pasatiempos?
La mayoría de los mineros atrapados son fanáticos del fútbol. Incluso, uno de ellos fue jugador profesional. Pese a estar aislados, se le instaló un miniproyector de led para ver partidos en vivo, como el de Chile con Ucrania.
También recibieron videos de estrellas del fútbol como Pelé y Maradona, mientras destinaron una zona para crear un mini casino donde jugaban cartas, dominó y un juego popular con dados conocido como cacho.
En las últimas semanas de los mineros en las profundidades de la tierra se autorizó el envío, a través de las palomas, de algunos periódicos de tirada nacional. Para los fumadores, les fueron enviados parches y chicles de nicotina.
La fortaleza mental de los mineros fue acompañada por la instalación de reproductores de música portátil que conectaron a parlantes.
Los más religiosos recibieron biblias y rosarios bendecidos por el Papa Benedicto XVI. Incluso, el jefe de Apple, Steve Jobs, les mandó a cada uno la versión reciente del popular iPod Touch para que los disfruten ahora que están libres.
Y también hubo regalos
Uno de los regalos más preciados entre el grupo de mineros fue una mini cámara de alta definición con la que grabaron gran parte de su hazaña de sobrevivencia.
Pese a la tragedia, los mineros no perdieron el buen ánimo y un grupo de destacados humoristas le envió ocho horas de grabación con sus mejores chistes.
Dado el fanatismo por el fútbol, algunas estrellas y equipos del balompié mundial se conmovieron con la tragedia de los mineros. El Real Madrid envío 33 camisetas a la mina, el delantero del Barcelona David Villa envío una camiseta a uno de los mineros.
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