Primero, dos periodistas detenidos tras un operativo comando con 8 efectivos de Inteligencia con armas automáticas, donde los rodearon y capturaron en los accesos a Paysandú, en el momento en el que el hoy procesado iba a dar entrega de los restos patrios, cuyo destino era precisamente la Justicia.
Después, el desenlace judicial que daría inicio a otra etapa de investigaciones. Luego de 31 horas de incomunicación, los periodistas quedaron libres, y el hasta ahora único procesado en la causa, el empresario Gasparini acusa al ex diputado Doti y al ex edil Culñev, junto al coronel Alberto Grignoli y a dos civiles más, por el robo de los restos del héroe nacional, general Leandro Gómez. Por ser domingo, el tema no se trató masivamente a nivel de los medios de prensa orales, pues no hubo programas periodísticos, cosa que sí sucederá en el día de hoy, donde seguramente la gente participará emitiendo su opinión en algunos de ellos. Sin embargo, no es menor, la sensibilidad que despertó este tema en las calles. En las ferias dominicales, prácticamente no se habló ayer de otra cosa. En lugares donde se concentraban grupos de gente, como almacenes y bares tampoco. Si bien el tema fue el común denominador de la conversación dominical, no lo fue así el mismo sentimiento que despertó en cada uno de los sanduceros y el efecto que causó en cada uno de los elocuentes interlocutores. Es que no sólo el robo de los restos del héroe de la defensa de Paysandú resurgió en las noticias, hecho que de por sí ya sensibiliza a la población, sino que el nombre de aquel político, cuya responsabilidad en el hecho hasta ayer sólo se rumoreaba, y que el mismo se encargó en desmentir en el canal 4 local, ahora surgía públicamente porque, ahora, el empresario Gasparini lo involucraba directamente en el secuestro de los restos. Apenas unos días después de ser designado miembro de la CARU. Con Doti, también fue involucrado en las declaraciones del procesado, el ex edil Mario Culñev que hoy ocupa un cargo en la actual administración municipal. Para muchos sanduceros, más allá de la filiación política, David Doti, siempre fue "el gordito bonachón". Si bien no apoyado políticamente por muchos, pero respetado por todos. Hecho por el cual esta situación ha despertado distintos tipos de pasiones a nivel general, desde el desconcierto hasta la desazón. Están los que opinan que "menos mal que ahora a la Justicia no se le va a poder escapar este ejemplar. Este tipo de políticos hay que desterrarlos. Esto no puede estar pasando en Uruguay y menos en el Interior". Hay quienes manifiestan: "Me alegro que la Justicia actúe. Esto se tiene que saber, pero me duele que esté involucrado un vecino de Paysandú, que conocemos de toda la vida. Que aunque no lo hayamos votado nunca, lo apreciamos. Con esto se estropea la vida. Hasta ahora no entendemos qué quiso hacer, qué fin perseguía ( )". Otros ciudadanos se abstuvieron de opinar con una negativa de cabeza a secas y los menos, con sorpresa, buscan una explicación y manifiestan: "No puede ser, David no puede ser que esté involucrado". Pero el sentir de la gente, se confluye en un mensaje de un viejo político, en una red social: "Felicitaciones por la conducta de los periodistas. Se la jugaron, como corresponde. Mientras existan periodistas comprometidos, la verdad siempre aparece, pese a quien pese. Un abrazo fraterno y solidario ( ) Hermes".
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