Una de las principales líderes del grupo Damas de Blanco, Laura Pollán, acusó el miércoles en La Habana a una de sus ex correligionarias de ser una persona "muy egoísta", por sugerir la disolución de la entidad, una vez que el Gobierno cubano está procediendo a la liberación de los presos políticos.
"Me han dicho que la esposa de Pablo Pacheco, uno de los liberados que viajaron a Madrid, está diciendo que deben de desaparecer las Damas de Blanco. Se ve que es una persona muy egoísta", dijo Pollán, en declaraciones a la prensa extranjera.
Pollán se refería a Oleivys García, la esposa del periodista independiente Pablo Pacheco, quienes llegaron a España en la mañana del martes y que dijo el lunes a ELMUNDO.es, antes de salir de La Habana, que aproximadamente 35 de las fundadoras el grupo creen que este agotó su razón de existir.
Laura Pollán. | Efe
El grupo fue formado el año 2003 por familiares de los 75 opositores y periodistas independientes arrestados durante la 'Primavera Negra'. Desde entonces, las Damas de Blanco organizaron desfiles por las calles habaneras, donde sobrevivieron entre la hostilidad de turbas gubernamentales y últimamente una cierta tolerancia por parte del Gobierno, pactada por la Iglesia Católica.
García dijo a ELMUNDO.es, que "tras lograr la liberación de nuestros presos debería de hacerse un comunicado desmantelando la organización como tal. Si de allí quieren surgir otros movimientos, entonces deben de cambiarse el nombre a damas de negro, azul o marrón".
En su opinión, hay que "defender los ideales con los que se fundaron las Damas de Blanco" y "la única forma de hacerlo es disolviéndolas. De esta manera entenderán que nosotras somos producto de un momento preciso de la historia".
En sus declaraciones a la prensa extranjera, Pollán no abordó las especulaciones existentes en la capital cubana que algunas de las integrantes del grupo recibieron dinero por participar en las marchas, ni la existencia de un 'pacto de silencio' sobre la existencia de un cisma en la organización en relación a la necesidad de disolverla una vez que dejó de tener razón de existir.
La semana pasada el Gobierno anunció la liberación gradual de 52 presos políticos, en un periodo de cuatro meses, que todavía quedaban encarcelados del grupo de los 75, tras la realización de un diálogo con la Iglesia Católica.
Desde el lunes han viajado ya a España nueve de los liberados y por lo menos seis han dicho que pretenden permanecer en su país.
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