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miércoles, 28 de julio de 2010

Curtiembre de San José enviará 300 empleados a seguro de paro

Un total de 203 trabajadores de la curtiembre Bader pasarán el domingo al seguro de paro. Otro centenar seguirá en funciones de mantenimiento y finalizando trabajos ya iniciados. A fines de setiembre, toda la plantilla irá al seguro de paro hasta fin de año.

Así lo confirmó anoche a El País el dirigente gremial Pablo García, quien indicó que la situación había sido prevista por el personal, en vista de la nula colocación de la producción que se venía verificando en el mercado internacional, al que habitualmente se dedican los productos de Bader.

Esta firma, de origen alemán, cuya planta industrial está ubicada en el kilómetro 31,500 de la ruta 1 vieja, se dedica a la fabricación de accesorios de cuero destinados a unidades automotrices de alto costo, fabricadas fundamentalmente en Europa.

La crisis que afecta al sector automotor desde hace por lo menos dos años había determinando, según García, que la producción que venía manufacturándose estuviera stockeada en la fábrica, sin salida al mercado tradicional.

El dirigente sindical anunció que en pocas horas el sindicato de trabajadores se estará reuniendo con delegados de la empresa para acordar, entre otras cosas, cómo se realizarán las tareas de mantenimiento durante el lapso que permanecerá cerrada la planta.

Este período de tiempo podría extenderse "hasta los últimos días del año", indicó el sindicalista.

La medida coincide con la presencia en Uruguay de Thomas Bader, principal de la firma, quien durante tres días visitó la planta durante la pasada semana.

Los trabajadores solicitaron una reunión con el responsable de la firma alemana (que en los once años de historia en Uruguay sólo se había hecho presente una vez, en 1999), pero según los trascendidos desde el interior mismo de la planta, Bader no mantuvo contacto directo con los trabajadores, solo se comunicó a través de la gerencia de la empresa.

El pasado lunes 19 trascendió la información de que el dueño de la marca visitaría la planta maragata, ante la difícil situación que atravesaba.

La crisis de Bader se había extendido durante casi un año y cuando todo parecía perdido y el cierre de la planta era inevitable, aparecieron los pedidos y la producción se retomó con algunos trabajadores y la plantilla se fue incrementando hasta superar los 300.

En el último año se trabajó en situación normal, pero la crisis en las curtiembres que trabajan para la industria automotriz (como Paycueros, que estuvo ocupada hace algunas semanas y otras industrias de Florida y Durazno), llegó a San José.

En los últimos meses la empresa había pronosticado determinados trabajos y para esos contrató unos 65 empleados con contratos a término (por cuatro o cinco meses).

Un mes y medio después de esa situación se rescindieron 50 de esos contratos. "Quedaron solo 12 personas de esos 65, eso muestra a las claras las dificultades que hay", había dicho el dirigente sindical Leonardo Cavia en ese momento.

Una semana antes del arribo de Bader al Uruguay, el sindicato se había reunido con el gerente general, quien les había planteado que la empresa no tenía intenciones de marcharse del país, aunque había reconocido que la empresa no estaba generando ganancia, sino que al contrario, estaba dando pérdidas.

La inversión. Con operaciones desde 1999, como resultado de una inversión inicial de 7 millones de euros y reinversiones anuales de 1 millón, Bader Uruguay actualmente exporta varios miles de metros cuadrados de cueros terminados seleccionados por semana, para abastecer a la exigente industria automotriz mundial con tapizados de primera calidad para los modelos de alta gama de las marcas Mercedes Benz, BMW, Audi, Toyota y Peugeot, entre otros.

Bader había cerrado el ejercicio 2007 con una corriente exportadora récord por US$ 44 millones.

En su expansión de 2008, Bader amplió 25% la capacidad industrial y había pasado de 400 a 460 empleados.

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