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miércoles, 2 de junio de 2010

A prisión dos prostitutas que le dieron "paliza" a un cliente en Paysandu

Un hombre de 62 años manifestó que salió en su camioneta a dar una vuelta por el Centro de la capital sanducera, y que en 18 de Julio y José Pedro Varela dos mujeres le hicieron señas para que detuviera su marcha.

Al hacerlo, una de ellas se le acercó a la ventanilla y le pidió que las llevara a su vivienda, en la zona de Pinilla y avenida San Martín, ya que tenía un problema en su calzado. El hombre le respondió que no las llevaría a la zona mencionada por ser muy peligrosa, pero ofreció llevarlas hasta su casa para que pudieran solucionar el problema que las afectaba.

Las mujeres accedieron y en la propiedad del hombre, ubicada en la calle Hector R. Gargano, comenzaron a tomar alcohol y a bailar al "compás" de la música melódica preparando una gran noche.

Pero, en cierto momento ­a la versión del denunciante­ las mujeres estaban totalmente ebrias y, por causas que dijo desconocer, comenzaron a pelearse dentro de la casa.

Intentó separarlas y se dirigió al cuarto en busca de su rifle calibre 22 para impresionarlas, pero cuando volvía al dormitorio ambas mujeres se abalanzaron sobre él y le dieron golpes de puño y puntapiés.

Sexo, alcohol y violencia

El hombre logró zafarse, se dirigió al frente de su casa y comenzó a pedir auxilio, pero fue alcanzado por una de ellas, quien volvió a golpearlo y provocarle rasguños en el cuello.

Sorprendidos por los gritos, dos vecinos salieron a la calle y vieron que el sexagenario "no la estaba pasando muy bien", y lo socorrieron. Allí lograron separarlo de su agresora y llevarlo a la casa de uno de ellos.

Al mismo tiempo, una de sus vecinas llamó a la Policía, mientras se escuchaban desde el interior de la casa de la víctima ruidos de roturas de vidrios, platos y mobiliario.

Cuando la Policía llegaba a la zona, una de las mujeres, María Evangelina Ayres Rodríguez, de 27 años, poseedora de tres antecedentes penales, fue vista por los vecinos retirándose portando un rifle y calzado deportivo, con destino hacia el barrio Villa Soriano. La otra no salió.

Personal de la Seccional 3ª inspeccionó la casa y constató, junto con su propietario, los daños ocasionados y la falta de un reloj, dos llaveros, un rifle con 4 cartuchos, un par de championes y una campera polar azul.

A la vez, hallaron a la otra mujer de iniciales AKCL, de 33, oculta debajo de un auto en desuso que estaba en el fondo de la finca, portando uno de los llaveros y usando la campera del denunciante.

En tanto, Ayres fue detenida en el barrio mencionado portando dentro de su ropa interior el reloj y uno de los llaveros.

Paralelamente, la víctima fue conducida a urgencias del Hospital Escuela del Litoral donde reveló hematomas múltiples en la cara y escalpe de antebrazo derecho.

La Policía efectuó un rastrillaje por la zona y logró ubicar el rifle oculto entre la maleza, detrás del salón comunal del barrio Villa Soriano.

Ambas detenidas dieron diferentes versiones: una dijo que el hombre no les quiso pagar por los servicios sexuales y la otra manifestó que se ofuscó porque el dinero que les dio no era suficiente. AKCL agregó que al intentar huir por el fondo de la casa se topó con cinco perros, por lo que atemorizada decidió esconderse debajo de un auto.

La Justicia dispuso que las mujeres fueran procesadas con prisión por "un delito de rapiña y lesiones personales".

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