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sábado, 26 de junio de 2010

El Vaticano protesta ante el embajador belga por los registros en el Arzobispado


El Vaticano denunció este viernes su "indignación" por la profanación de las tumbas de dos cardenales que, según la Santa Sede, se llevaron a cabo ayer durante el registro del arzobispado de Malinas-Bruselas.

En un comunicado de prensa divulgado hoy viernes, el Vaticano expresa "estupor" por el modo en el que se llevaron a cabo los registros, realizados también en la vivienda personal de un cardenal y que pretendían buscar documentos que corroborasen una denuncia de abuso sexual a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica.

La operación, decidida por la Fiscalía de Bruselas, incluyó un registro en las dependencias de la catedral de Sint-Rombouts (Malinas) situada al lado de la sede arzobispado, adonde la policía llevó dos camiones para trasladar documentos a la capital belga.

Confiscado el ordenador del cardenal Godfried Danneels

Los investigadores también entraron en el domicilio del anterior arzobispo, el cardenal Godfried Danneels (de 77 años), quien ocupó el puesto desde 1979 hasta enero pasado. Le fue confiscado su ordenador.

En la nota, la Santa Sede denuncia que durante los registros se produjo "la profanación de las tumbas de los cardenales Josef-Ernest Van Roey y Léon-Joseph Suenes, difuntos arzobispos de Malinas-Bruselas".

Un portavoz de la Fiscalía de Bruselas ha reconocido este viernes que los investigadores abrieron parcialmente una tumba, situada dentro de la catedral, pero que no sabían quién estaba enterrado dentro.

Las tumbas

La tumba en sí es un sepulcro en el que se habían hecho obras recientemente (según había informado a la policía alguien que vio cómo se llevaban a cabo los trabajos). Y fueron precisamente esas obras las que llevaron a la policía a proceder a su registro.

Un registro de nueve horas sin poder salir ni telefonear

Sin embargo, diversos medios belgas han informado de que los investigadores tenían sospechas de que dentro de uno de los sarcófagos se había escondido un supuesto dossier sobre pederastia.

El portavoz de la Conferencia Episcopal en Bélgica, Eric de Beukelaer, precisó que las tumbas de los cardenales fueron forzadas y se introdujo una cámara con el fin de comprobar si se ocultaban algunos documentos dentro". La Fiscalía de Bruselas no quiso confirmar estas informaciones.

Un portavoz de la Iglesia ha explicado que el registro duró nueve horas, tiempo durante el que no se permitió a nadie ni abandonar el recinto ni llamar por teléfono.

El Vaticano transmite su 'indignación' al embajador

El Vaticano pide Justicia para las víctimas de pederastia

Ante estos hechos, la Santa Sede ha transmitido personalmente su "indignación" sobre los hechos al embajador de Bélgica ante el Vaticano, Charles Ghislain, a través del secretario de Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti. "A la consternación por tales acciones, se añade el lamento por algunas infracciones de la confidencialidad, a las que tienen derecho propio esas víctimas por las que se han llevado a cabo los registros", reza el comunicado.

El Vaticano, quien junto al comunicado divulga la traducción de la declaración hecha ayer por el portavoz de la Conferencia Episcopal belga expresa su "firme condena a todo tipo de acto pecaminoso y criminal de abuso a menores por parte de la Iglesia".

La Santa Sede insiste además en la "necesidad de reparar y de afrontar tales actos de modo conforme a las exigencias de la Justicia y a los enseñantes del Evangelio".

La investigación que ha desencadenado el registro del jueves se abrió recientemente tras varias declaraciones que apuntaban a abusos sexuales a menores que podrían haber sido cometidos por un cierto número de personas en el seno de la Iglesia Católica belga.

En la declaración que adjunta el Vaticano a la nota, De Beukelaer explica que las autoridades belgas llegaron a la sede del arzobispado mientras se celebraba una reunión mensual de la Conferencia Episcopal belga y que les fue notificado el registro sin dar más explicaciones.

La Iglesia belga ya sufrió un duro golpe por la cuestión de la pederastia el pasado 23 de abril, cuando el obispo de la diócesis de Brujas, Roger Vangheluwe, fue destitudio por el Papa tras haber reconocido haber abusado sexualmente de un menor cuando era sacerdote.

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