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sábado, 8 de mayo de 2010

Más metros por las mismas estrellas

Encontrarse con una habitación sin jabón de ducha en un hotel nuevo con categoría de tres estrellas estará prohibido en Cataluña. Tampoco se podrá topar uno con una pequeña pensión que no ofrezca desayuno o con un hostal que de noche cierre las puertas a la clientela. Todos los hoteles tendrán que poner a disposición de sus huéspedes información turística de la región. Y para poder catalogar un establecimiento como de rango medio y alto, a partir de tres estrellas, las habitaciones deberán ser de mayor dimensión que ahora: medio metro cuadrado más de la superficie mínima.

Estas son algunas de las numerosas modificaciones que introducirá el próximo decreto de alojamientos turísticos que ultima el Gobierno catalán, que saldrá a información pública el próximo lunes. La nueva norma forzará a los hoteleros a ofrecer más calidad para tener la misma categoría que ahora.

Tras una larga negociación, los cambios sólo se aplicarán a los hoteles que se inauguren a partir de la entrada en vigor del decreto. La industria turística, que contiene la respiración por la crisis, ha logrado evitar que las nuevas reglas se apliquen con carácter retroactivo. A la Generalitat le habría gustado aplicarlas a todos, con un periodo transitorio para que los hoteles se fueran adaptando. "Se trata de actuar con realismo, debido al momento económico. Nos habría gustado ser algo más exigentes", admiten fuentes de la Dirección General de Turismo.

Pero a cambio, cuando los establecimientos actuales efectúen reformas o ampliaciones,se les aplicará la nueva normativa. En Cataluña hay registrados cerca de 2.500 alojamientos turísticos, entre hoteles y pensiones.Las categorías de hotel son sólo uno de los factores que garantizan la calidad de un establecimiento. La Dirección General de Turismo impulsa otras medidas para reforzar la calidad -como el sello autonómico de calidad Q.CAT, una adaptación de la actual certificación europea que ayudará a una mejora continua del modelo de negocio-, pero se introducirán más adelante, al margen del citado decreto.

Además de los requisitos mencionados, como que los establecimientos de tres estrellas tengan jabon de ducha, figuran otros cambios, como la obligación para los hoteles de cuatro estrellas y superior de contar con conexión a Internet mediante cualquier dispositivo móvil, canales internacionales de televisión, acceso a los servicios de lavandería y un secador de pelo en el cuarto de baño.

A partir de cinco, la oferta gastronómica tendrá que incluir productos de no más lejos de 50 kilómetros de distancia, y también servicio de aparcamiento y un kit de higiene personal. La presencia de un minibar, que ahora sólo debía estar en los alojamientos de cinco estrellas, se extiende a los de cuatro. Todos los de cuatro superior tendrán que "preparar la habitación": cuando llegue la noche, el cliente se encontrará una iluminación tenue y la sábana y el cubrecama abiertos.

El decreto oficializa la creación de las categorías cuatro estrellas superior y cinco estrellas lujo. Para ayudar a compensar alguna eventual carencia para optar a una categoría, puntuará contar con un paquete de 40 servicios adicionales, como sauna, spa, servicio de plancha, piscina climatizada, animadores que amenicen las veladas o guardería, entre otros.

El decreto de alojamientos turísticos es una novedad que requería desarrollar el Plan Estratégico de Turismo, que busca adecuar, racionalizar, sintetizar y actualizar la normativa turística. Esta ha quedado en muchos casos obsoleta, sobre todo por lo que respecta a reservas y pago por Internet.

"Queremos huir del exceso de regulación", aseguran fuentes del departamento. En esta línea, la normativa introduce un cambio que ha satisfecho al sector, ya que reduce la burocracia: elimina la doble tramitación con el ayuntamiento de la localidad y la Generalitat en la mayoría de los casos. Así, en el caso de los hoteles con menos de 400 habitaciones, que son mayoría, y de todos los establecimientos de turismo rural, al empresario le bastará con una comunicación al ayuntamiento, al que deberá entregar su proyecto técnico. La licencia ambiental será necesaria para los de más de 400 habitaciones y también para todos los cámpings. La autorización ambiental, que implica mayor burocracia, será imprescindible para los cámpings de más de 1.500 hectáreas o si se amplían y superan esta superficie.

La norma derogará 14 disposiciones y reunirá en un solo cuerpo normativo la ordenación sobre hoteles, establecimientos rurales y cámpings para evitar vacíos legales, duplicidades y contradicciones entre unas normas y otras. Con el decreto se intentará también acabar con el instrusismo de los pisos y casas rurales que funcionan como pensiones ilegales sin darse de alta en el registro de Turismo.


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