Tres semanas después de que una nube de cenizas volcánicas revolucionara el cielo de los 27 países de la Unión Europea y cerrase sus aeropuertos durante cinco días, las partículas regresan al espacio aéreo. Pero, esta vez, sólo están afectando a España.
La nube de ceniza procedente del volcán islandés Eyjafjalla ha obligado a cerrar 16 aeropuertos. Así a los de Santiago de Compostela, Vigo, A Coruña, Asturias, Santander, Burgos, León, Valladolid y Salamanca se han unido los aeropuertos de Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Zaragoza, Pamplona y La Rioja.
El aeropuerto de Lleida, que no pertenece a la empresa Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), también está cerrado.
Según la información proporcionada a Aena por Eurocontrol -el organismo europeo que coordina el tráfico aéreo-, las restricciones a los vuelos en esos aeropuertos se mantendrán, al menos, hasta las 18.00 horas.
Debido a esta situación, Aena insiste en recomendar a los pasajeros que se informen del estado de sus vuelos antes de acudir al aeropuerto, llamando a sus compañías aéreas o al teléfono de información de Aena 902 404 704 begin_of_the_skype_highlighting 902 404 704 end_of_the_skype_highlighting ó (+34)91 321 10 00 begin_of_the_skype_highlighting (+34)91 321 10 00 end_of_the_skype_highlighting.
Las compañías aéreas han cancelado ya más de un centenar de vuelos y varias aerolíneas están trasladando a los viajeros afectados en autobuses. Este es el caso de Iberia y su filial, Air Nostrum, que ha anulado 76 vuelos en los aeropuertos de Galicia, Asturias, Santander, País Vasco, Pamplona, Zaragoza, León, Valladolid y Burgos.
Renfe ha reforzado con tres trenes dobles, con capacidad para cerca de 2.400 pasajeros la línea de Madrid- Barcelona-Madrid. Asimismo ha ampliado la oferta de plazas en las líneas de media distancia hacia el noroeste como Madrid-Valladolid, Madrid- Santander, Madrid-León, Madrid-Bilbao y Madrid-Gijón.
Air Europa prevé terminar el día de hoy con 20 vuelos cancelados y 5 desviados, "siempre que no se cierre el aeropuerto de Barcelona, como se teme", señalaron las fuentes. La ceniza volcánica ha afectado también a las rutas de Easyjet con Lisboa y Madeira, aunque la compañía prevé operar el resto de vuelos que tiene previstos a estos destinos a partir de las 13.00 horas.
'Tenemos que llegar a Santander como sea'
Los pasajeros afectados pueden cambiar sus billetes para otros días, obtener el reembolso del pasaje o llegar a su destino por carretera, si la compañía fleta autobuses. En el aeropuerto de Barajas se registran colas de viajeros en los mostradores de atención al público de las compañías de pasajeros afectados que tratan de llegar a su destino.
Era el caso de una pareja de canarios, que llegó a Madrid desde Tenerife con la intención de continuar viaje a Santander, donde esta noche protagonizan una función de teatro. "Ahora vamos a por las maletas, salimos a la calle y nos buscamos la vida. Cogemos un tren, un taxi o un autobús, pero tenemos que estar en Santander esta tarde, como sea", explicaron.
Mientras, un matrimonio gallego, residente en Dusseldorf, expresaba su sorpresa por la cancelación del vuelo a Santiago, y criticaba que no les hubieran informado "de nada en el avión".
Dos niveles en la nube
El nivel de la nube que más afectará a España se encuentra entre el suelo y los 6.000 kilómetros de altura. No obstante, hay un segundo nivel, un poco más pequeño en extensión, que influirá en los aviones que vuelen entre los 6.000 y los 11.000 kilómetros de altitud.
Hace apenas tres días Irlanda tuvo que cerrar su espacio aéreo por la nube volcánica. El efecto llegó a Galicia, lo que obligó a un avión del Ministerio de Defensa a realizar vuelos para tomar muestras de las cenizas. La aeronave concluyó que la nube no afectó a la costa gallega, al haber modificado su rumbo y regresar al Océano Atlántico.
Un avión no puede volar cuando el aire está contaminado con partículas de cenizas, porque los motores de la aeronave se paran. La mezcla de aire sucio con el combustible no produce la combustión adecuada para que la turbina funcione. La ceniza bloquea los conductos de salida del queroseno y los instrumentos de vuelo del avión.
Entre los pasados 15 y 21 de abril, en torno a una media de 1,2 millones de pasajeros se quedaron en tierra, diariamente, por el cierre del espacio aéreo. Pero lo más grave fue que la industria aérea llegó a perder hasta 1.270 millones de euros.
La nube de ceniza procedente del volcán islandés Eyjafjalla ha obligado a cerrar 16 aeropuertos. Así a los de Santiago de Compostela, Vigo, A Coruña, Asturias, Santander, Burgos, León, Valladolid y Salamanca se han unido los aeropuertos de Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Zaragoza, Pamplona y La Rioja.
El aeropuerto de Lleida, que no pertenece a la empresa Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), también está cerrado.
Según la información proporcionada a Aena por Eurocontrol -el organismo europeo que coordina el tráfico aéreo-, las restricciones a los vuelos en esos aeropuertos se mantendrán, al menos, hasta las 18.00 horas.
Debido a esta situación, Aena insiste en recomendar a los pasajeros que se informen del estado de sus vuelos antes de acudir al aeropuerto, llamando a sus compañías aéreas o al teléfono de información de Aena 902 404 704 begin_of_the_skype_highlighting 902 404 704 end_of_the_skype_highlighting ó (+34)91 321 10 00 begin_of_the_skype_highlighting (+34)91 321 10 00 end_of_the_skype_highlighting.
Las compañías aéreas han cancelado ya más de un centenar de vuelos y varias aerolíneas están trasladando a los viajeros afectados en autobuses. Este es el caso de Iberia y su filial, Air Nostrum, que ha anulado 76 vuelos en los aeropuertos de Galicia, Asturias, Santander, País Vasco, Pamplona, Zaragoza, León, Valladolid y Burgos.
Renfe ha reforzado con tres trenes dobles, con capacidad para cerca de 2.400 pasajeros la línea de Madrid- Barcelona-Madrid. Asimismo ha ampliado la oferta de plazas en las líneas de media distancia hacia el noroeste como Madrid-Valladolid, Madrid- Santander, Madrid-León, Madrid-Bilbao y Madrid-Gijón.
Air Europa prevé terminar el día de hoy con 20 vuelos cancelados y 5 desviados, "siempre que no se cierre el aeropuerto de Barcelona, como se teme", señalaron las fuentes. La ceniza volcánica ha afectado también a las rutas de Easyjet con Lisboa y Madeira, aunque la compañía prevé operar el resto de vuelos que tiene previstos a estos destinos a partir de las 13.00 horas.
'Tenemos que llegar a Santander como sea'
Los pasajeros afectados pueden cambiar sus billetes para otros días, obtener el reembolso del pasaje o llegar a su destino por carretera, si la compañía fleta autobuses. En el aeropuerto de Barajas se registran colas de viajeros en los mostradores de atención al público de las compañías de pasajeros afectados que tratan de llegar a su destino.
Era el caso de una pareja de canarios, que llegó a Madrid desde Tenerife con la intención de continuar viaje a Santander, donde esta noche protagonizan una función de teatro. "Ahora vamos a por las maletas, salimos a la calle y nos buscamos la vida. Cogemos un tren, un taxi o un autobús, pero tenemos que estar en Santander esta tarde, como sea", explicaron.
Mientras, un matrimonio gallego, residente en Dusseldorf, expresaba su sorpresa por la cancelación del vuelo a Santiago, y criticaba que no les hubieran informado "de nada en el avión".
Dos niveles en la nube
El nivel de la nube que más afectará a España se encuentra entre el suelo y los 6.000 kilómetros de altura. No obstante, hay un segundo nivel, un poco más pequeño en extensión, que influirá en los aviones que vuelen entre los 6.000 y los 11.000 kilómetros de altitud.
Hace apenas tres días Irlanda tuvo que cerrar su espacio aéreo por la nube volcánica. El efecto llegó a Galicia, lo que obligó a un avión del Ministerio de Defensa a realizar vuelos para tomar muestras de las cenizas. La aeronave concluyó que la nube no afectó a la costa gallega, al haber modificado su rumbo y regresar al Océano Atlántico.
Un avión no puede volar cuando el aire está contaminado con partículas de cenizas, porque los motores de la aeronave se paran. La mezcla de aire sucio con el combustible no produce la combustión adecuada para que la turbina funcione. La ceniza bloquea los conductos de salida del queroseno y los instrumentos de vuelo del avión.
Entre los pasados 15 y 21 de abril, en torno a una media de 1,2 millones de pasajeros se quedaron en tierra, diariamente, por el cierre del espacio aéreo. Pero lo más grave fue que la industria aérea llegó a perder hasta 1.270 millones de euros.
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