El histórico triunfo del FA en Artigas no disimulará su derrota en otras tres intendencias menos y una cuarta que se perdió ayer. Montevideo bajo aguda observación y una interna a punto de ebullición es la realidad que empuja al Frente Amplio a un debate autocrítico. La izquierda se ve obligada a barajar y dar de nuevo.
Elecciones municipales. La realidad empuja al Frente a un debate autocrítico.
Ya nada es igual en el Frente Amplio luego del domingo 9 de mayo. Aunque algunos dirigentes aseguran que el resultado obtenido tras el escrutinio departamental ya lo preveían, ninguno imaginó ni el alto porcentaje de votos en blanco registrado en Montevideo, cercano al 14%, ni la pérdida, en manos de los partidos tradicionales, de las intendencias de Paysandú, Treinta y Tres, Salto y ayer Florida aunque hasta la noche del viernes no se sabía en qué manos quedaría la próxima administración departamental (ver página 2).
En Montevideo y Canelones el electorado frentista encendió varias luces amarillas. El escenario que quedó montado después del domingo 9 es tan preocupante que hasta eclipsó la conquista por vez primera en la historia del departamento de Artigas, así como la quinta victoria consecutiva en Montevideo y las reelecciones en Canelones y Rocha. Este hecho no fue siquiera rescatado como atenuante a los magros resultados obtenidos. Incluso se llegó a manifestar, por algunos dirigentes del Frente Amplio, que los emprendimientos industriales en la norteña ciudad de Bella Unión, plasmados por el anterior gobierno, fueron los que actuaron de "salvavidas" y no otra cosa. Tampoco el abrumador apoyo que llevó a la reelección del intendente Artigas Barrios en Rocha fue un aliciente. "Fue un tirón de orejas" dijo, primero que nadie, el vicepresidente y líder de Asamblea Uruguay Danilo Astori al analizar el resultado de las elecciones departamentales, y eso se transformó en un estribo al que se subió el resto de la dirigencia frenteamplista. El ministro de Transporte y Obras Públicas y del mismo sector, Enrique Pintado, pidió una autocrítica "seria y profunda" pero que no se llegue al grado de autoflagelarse y recomienda que "las próximas elecciones las ganaremos con lo que hagamos ahora y no en los tres meses de campaña electoral". Se reconocen errores tanto en las gestiones comunales como en la orgánica de la coalición de izquierda, pero no al grado de saber cómo comenzar a enmendarlos o por donde empezar. Para ello, como puntapié inicial, el Frente Amplio convocará al Plenario Nacional para analizar el resultado de las elecciones municipales y estudiar posibles cambios al estatuto luego de que los dirigentes analicen los resultados y tomen contacto con las coordinadoras del interior para realizar un informe político. El Movimiento de Participación Popular como tal, aún no ha evaluado el resultado departamental pero algunos dirigentes ya se han manifestado. La senadora Lucía Topolansky sospecha de una mal intencionada estrategia montada por Adeom en los días previos a la elección ante el paro en el servicio de recolección de residuos domiciliarios. El Partido Socialista entiende que errores en la gestión y en la forma en que se procedió a la designación de la candidata de Montevideo fueron determinantes para el resultado obtenido el domingo 9. Los socialistas saben que cargan con la sospecha de sentirse rencorosos a la hora de evaluar los resultados principalmente en Montevideo, pero no les preocupa. El ex candidato y actual senador Daniel Martínez está decidido a poner un paño frío a la interna y a endilgarle a errores de comunicación como uno de los motivos, y "sin pasarle facturas a nadie", dijo. Gustavo Bernini, diputado socialista, es más explícito. Reconoce serias desprolijidades en la forma en que se llegó a la figura de Olivera como candidata; y el secretario general Eduardo Fernández atribuye a problemas en la gestión municipal capitalina, haciendo hincapié en el tema de la recolección de residuos. "Todos somos responsables pero hay unos más responsables que otros", agregó .
El PVP recuerda que la nula actividad en los comités de base del FA "es inconcebible".
En la Vertiente Artiguista se mira un poco más lejos y se advierte que peligran las conquistas en los comicios venideros. El diputado José Bayardi afirma que hubo una "mala gestión" en Montevideo y dijo que no ganar las elecciones nacionales en la primera vuelta fue "una señal" de lo que se venía. El senador Enrique Rubio, del mismo sector, asegura que "los problemas en la gestión opacaron los logros" del pasado gobierno y advierte: "si no cambiamos, entramos en la debacle de los partidos socialdemócratas". El también senador Eduardo Lorier, pero del Partido Comunista, al analizar los resultados consideró necesario realizar un "balance colectivo", "tratando de ver líneas de larga duración" para comprender las causas del retroceso electoral. El presidente del Frente Amplio Jorge Brovetto iniciará la entrante semana una ronda de contactos con todos los sectores de la coalición para medir los alcances de las ya consideradas imprescindibles reformas estructurales en la orgánica. Sabiendo que lo único permanente son los cambios, la izquierda evalúa que algo de tiempo hay para el balance y la autocrítica que se han exigido entre sí, y poder revertir el actual escenario depende del grado que ese debate tenga.
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