El campeón de la Liga y los tres equipos que pierdan la categoría no se conocerán hasta hoy, a las 20.45 aproximadamente, cuando concluya la 38ª y última jornada. Aunque la temporada ha sido maratoniana, siempre ha mantenido un punto de interés extraordinario tanto en los puestos de la cabeza como en los de la cola. No es fácil evitar la rutina cuando se llega a la foto-finish con la misma imagen de la salida: se apostaba por un duelo Barcelona-Madrid por el título mientras el Xerez, Tenerife, Málaga, Racing y Valladolid figuraban como candidatos a luchar contra el descenso. Al final, sin embargo, no ha habido sorpresas y la igualdad ha sido tan extrema que la Liga se resolverá a un partido como si se tratara de la final de la Copa del Rey o de la Champions.
Barcelonistas y madridistas han estado separados por una diferencia máxima de cinco puntos, en la 18ª jornada. Viven los azulgrana de sus dos triunfos sobre los blancos al tiempo que estos se mantienen por el récord de victorias: 31. Llegado el último día, al Barça le vale con ganar al Valladolid en el Camp Nou o repetir el resultado del Madrid en Málaga.
Así las cosas, Guardiola transmite serenidad y relativiza las cosas en la misma medida que elogia la trayectoria de su equipo en el torneo. Asegura el técnico que difícilmente habrá en la historia un campeón capaz de aspirar a sumar la cifra récord de 99 puntos, con Messi de pichichi, después de ganar seis trofeos. También Pellegrini abandonó ayer la sala de prensa después de quitarse el sombrero ante sus futbolistas. Puesto que los poderes, oficiales y fácticos, no le han defendido, vino a decir más o menos: ahí queda eso y a ver quién es el guapo que con el tiempo lo mejora.
A Pellegrini y al Madrid de Ronaldo no les queda más remedio que ganar en La Rosaleda y conectarse con el Camp Nou a la espera de que el Valladolid se reencarne en el Tenerife que hizo campeón al dream team a costa de los blancos en los noventa. Al Barça no le han ido nada mal las últimas jornadas. El problema es que se oponen a un rival que se juega el descenso y está entrenado por Clemente, experto en hacer la vida imposible a los rivales, a gusto con su papel de llevar la contraria.
Al igual que el Málaga, el Valladolid también se juega el descenso -sólo ha perdido un partido de los últimos siete- y hasta el colista Xerez aspira en Pamplona a la permanencia después de una excelente remontada. Osasuna no se juega nada, como tampoco el Valencia, que recibe al Tenerife, penúltimo con los mismos puntos que el Racing. El cuadro cántabro aguarda al Sporting en un partido que ha levantado suspicacias por las excelentes relaciones de ambos clubes. Hasta el presidente de la comunidad cántabra, Miguel Ángel Revilla, ha pedido por carta el apoyo sportinguista.
Los distintos equipos creen haber hecho méritos de sobra para cumplir sus objetivos y difícilmente nadie les llevará la contraria. Ya sólo queda poner un punto y final que sea acorde con el discurso de un torneo de récord.
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