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domingo, 16 de mayo de 2010

La Policía fuerza la final de tarde pero el fútbol se niega

La Policía y los clubes Nacional y Peñarol no se pusieron de acuerdo ayer sobre la hora del próximo clásico. La Jefatura quiere que se juegue por la tarde. Si se juega de noche como desean los dos clubes, habrá un nuevo paro de transporte.

Hoy se realizará una reunión clave en la sede de la AUF para coordinar el horario del clásico que se jugará el próximo martes. En el encuentro participarán el ministro interino Jorge Vázquez, el director de Policía, Julio Guarteche y el jefe de Montevideo, Walder Ferreira y los dirigentes de Nacional y Peñarol.

Poco después de que finalizara el partido clásico de ayer, el jefe de Policía capitalina, Walder Ferreira, y el coordinador de esta repartición, Luis Mendoza se reunieron con representantes de Nacional y Peñarol para analizar la hora del próximo enfrentamiento entre ambos clubes.

Los argumentos de la Policía son: se trata de un partido especial, sobre el que las hinchadas de ambos clubes han hablado mucho, y los ánimos de ambas parciales "están caldeados".

"Pensamos que podríamos brindar una mejor seguridad si es de tarde", dijo a El País el jefe de Policía de Montevideo.

A juicio de Ferreira, la falta de ómnibus "influye en segundo término" porque "es más lento" el desplazamiento. "Las hinchadas se van a juntar y ahí se nos va a complicar todo", explicó el jerarca policial.

Según Ferreira, los efectivos policiales "también son seres humanos" y hoy la Jefatura "tuvo bastantes problemas" para trasladarlos a sus casas.

Por su parte el presidente de la Mesa Ejecutiva de la AUF, Ernesto Rodríguez Altez dijo: "Queremos seguir trabajando sobre el punto del horario del próximo clásico para tratar de conciliar todas las posibilidades y, sobre todo, brindarle las máximas seguridades para los trabajadores del transporte, así como también a los trabajadores de la Asociación Uruguaya de Fútbol". La AUF también planteó ayer a la Policía que si el clásico se juega más temprano, los festejos sean mucho más largos.

La Policía detuvo en la víspera, tras el clásico en que ganó 1 a 0 Peñarol, a 17 parciales, dos de ellos por ser reconocidos como promotores de los disturbios del clásico pasado y otros dos por intentar ingresar drogas al Centenario.

ACERCAMIENTO. El posible cambio de horario del próximo clásico, la garantía de la Policía de que se harán 17 piquetes y vigilancia sorpresiva en avenidas y la creación de un protocolo de actuación, acercó a la Jefatura y a gremios del transporte ayer.

Los trabajadores del transporte realizaron en la víspera un paro de 24 horas. La medida, que según el gremio tuvo un elevado porcentaje de acatamiento, dejó sin transporte a los aficionados al fútbol que deseaban concurrir al estadio y a los montevideanos que aspiraban comprar regalos en la jornada previa al Día de la Madre.

A las 11 de la mañana de ayer, el jefe de Policía Walder Ferreira y Luis Mendoza recibieron a dirigentes del sindicato del transporte para analizar las medidas policiales para el próximo clásico que se jugará mañana.

En lo previo, el gremio solicitaba a la Jefatura que pidiera a la Comisión Administradora de Field Oficial (CAFO) que gestiona el Estadio Centenario, un cambio de horario del segundo partido entre Peñarol y Nacional. El partido está previsto para las 20.30 horas y el sindicato exige que este se desarrolle a las 16 horas.

La Unott argumenta que para los ómnibus es más seguro desplazarse por las tardes que por las noches, cuando es más difícil identificar a los parciales violentos de ambos equipos.

En el encuentro, el sindicato también pidió a la Policía que realice el próximo martes un operativo similar al efectuado en el clásico del Clausura que se jugó el 18 de abril pasado.

Reclamó que se vuelvan a instalar 17 "piquetes" en las avenidas 8 de Octubre, Italia, Centenario, Agraciada, Luis Alberto de Herrera y San Martín para evitar enfrentamientos entre los hinchas que van arriba de los ómnibus y otros que caminan por las calles. La Policía y las empresas de transporte diseñaron recorridos distintos para cada una de las hinchadas para evitar enfrentamientos.

"Así y todo, ha habido ómnibus destrozados en Avenida Italia y Garibaldi y en 8 de Octubre y Luis Alberto de Herrera porque se han cruzado las hinchadas", dijo el dirigente de la Unott, Mario de Saa.

El vocero de la Jefatura de Montevideo, inspector Juan Carlos Duré, afirmó a El País que, en la reunión, las autoridades policiales explicaron a la Unott que los operativos constan de tres anillos: la seguridad en el estadio, la zona de exclusión y los alrededores de este escenario deportivo y los "piquetes" de vigilancia dispuestos en los avenidas que unen los distintos barrios con el Centenario.

"Se dio garantías a los transportistas. En los dos últimos clásicos se instrumentaron medidas de control en las avenidas. En la reunión se efectuaron ajustes a esos procedimientos", dijo Duré.

Unott define mañana si paraliza otra vez

La Mesa Ejecutiva de la Unott se reunirá el próximo lunes y evaluará el posible cambio de horario del partido clásico y la instrumentación de medidas de vigilancia prometidas por la Jefatura de Policía. Si no hay cambio de horario del encuentro, el sindicato ya advirtió que parará todo el día.

En esa misma jornada, los ministerios de Interior y Trabajo, el Pit-Cnt y la gremial de transporte de pasajeros firmaran un protocolo de actuación para los partidos clásicos donde se establecerán los controles policiales y un registro de hinchas violentos, entre otros ítems. "Queremos que se nos brinden garantías para poder trabajar. Corremos riesgos con solo ir al Estadio Centenario", dijo ayer a El País el dirigente del sindicato del transporte (Unott) Hugo Bosca.

El protocolo contendrá aspectos de como debe actuar la Policía, la empresa de transporte y un chofer de ómnibus cada vez que ocurre un incidente encima de un ómnibus.


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