El gigante informático Google afrontó ayer críticas de todo el mundo tras admitir que había recopilado datos personales sin permiso desde 2007 mientras creaba su archivo de fotos de calles StreetView. La empresa reconoció el viernes pasado en su blog oficial que los automóviles que recorren países de todo el mundo para hacer las fotos de calles también capturan correos electrónicos y otras informaciones personales enviadas por redes inalámbricas no protegidas por una contraseña.
Hasta ahora, Google había negado estos hechos. El vicepresidente de la empresa, Alan Eustace, atribuyó su recopilación a un "error" y aseguró que destruirán los datos "lo antes posible" y que ya no se recogerá ningún tipo de información sobre las redes wifi con las que entran en contacto. Pero eso no detuvo el alud de críticas, empezando por Alemania, cuyas autoridades forzaron a la empresa a revisar la información que captaban sus automóviles.
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