Florida tiene algo menos de una moto cada tres habitantes, y el parque ciclomotor crece a razón 200 nuevas unidades al mes. Ese constante crecimiento y una estructura vial ideada para otra realidad, sumadas a un problema de orden cultural en cuanto a los riesgos que se afrontan y se generan por determinadas prácticas, hacen que el desorden de la circulación parezca pasar a veces al grado de caos.
Campañas de concientización, jornadas de capacitación y otras instancias desarrolladas por Tránsito de la Intendencia de Florida han intentado abordar la problemática, pero ha resultado difícil la efectividad cuando esa repartición tiene un cuerpo inspectivo de seis miembros.
Ruido amplificado
La directora de Tránsito de la Intendencia de Florida, Cristina Fernández, admite que el parque ciclomotor "influye muchísimo" en el desorden de la circulación que padece Florida. Se trata de "un parque automotriz que está continuamente modificándose, al tiempo que nuestras calles, las arterias, toda la ciudad, tienen una misma estructura. Cada vez estamos moviendo nuevas piezas que comienzan a circular, y son piezas que suelen no estar preparadas sobre cuál es su rol en el tránsito", afirmó.
Fernández entiende incluso que "las nuevas tecnologías están superando la capacidad del ser humano", pues "no está capacitado o educado" para utilizarlas sin generar riesgos.
Motos con parlantes donde abundan, a todo volumen, cumbias y reguetón, han logrado hacer sentir disminuidas a las que se ganaron el odio por sus escapes libres. La velocidad, además, parece haber ganado la pulseada de apoderarse del tránsito, sin mirar ya día ni hora.
Contención y permisos
Arturo Borges, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), resaltó en una actividad desarrollada en octubre del pasado año, frente a unos 500 jóvenes, que el de la conducción "es un problema cultural", que requiere "el control de los padres, que son responsables incluso hasta penalmente en el caso de menores".
Apuntó que falta muchas veces "un marco de contención adecuado en el hogar", al tiempo que se mostró partidario de exámenes más rigurosos. "Los exámenes de Uruguay apuntan a memorizar preguntas, y para una licencia de moto se hacen preguntas sobre autos", dijo, reflexionando además que quien obtiene la libreta sale a experimentar el tránsito, ya con una licencia, por lo cual no observa mal la idea de un permiso progresivo, pues manejar "no es un premio sino una responsabilidad que incluso es penalmente imputable".
Cristina Fernández quisiera la variación de las conductas, apuntando a lo cultural, aunque sabe que es complejo. "Queremos que la gente cuando ande en la moto disfrute de lo que está haciendo. Hoy hay una inconsciencia, principalmente de muchos jóvenes, que buscan lo vertiginoso y el peligro. La idea es disfrutar, por eso estamos en una etapa educativa y de fiscalización", dijo.
Seis inspectores
Endurecer los controles ha sido una de las dificultades más importantes, principalmente por tener un cuerpo inspectivo menguado y desgastado. "En cuanto a recursos humanos estamos en falta", admitió Cristina Fernández a LA REPUBLICA. "Para el grupo inspectivo que tiene el departamento, que son seis funcionarios, y para el parque automotriz que tiene Florida, el cuerpo humano no da. Evidentemente el cuerpo inspectivo que hoy tiene el departamento se siente desgastado. Son funcionarios que están de lunes a domingos, constantemente hasta doce y trece horas en la calle. La actividad de por sí no es agradable, por lo cual también desgasta, así que por más que se haya realizado un proceso educativo, para llevarlos a que tomen en cuenta que son la imagen y la presencia de la intendencia en la calle, ha ganado el desgaste. La administración como tal ha estado en falta de poder enriquecer esto", reconoció.
En ese marco, la IMF firmó un convenio con el Ministerio del Interior para sumar un puñado de efectivos policiales a la tarea de control y prevención, y colaborar así a la tarea inspectiva de la comuna.
En Florida, según las estadísticas, los siniestros en el tránsito se dan entre las 10.00 y las 19.00 horas, existiendo mayor concentración en el horario de salida de los trabajos, así como de entradas y salidas de centros educativos.
Se registran más de dos accidentes diarios. El promedio anual no aumentó al cierre de 2009, lo cual no deja de ser importante si se toma en cuenta el crecimiento del parque automotriz. Pero de todos modos, resaltó Cristina Fernández, la meta de la intendencia era bajar el promedio.
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