El presidente de la Generalitat, José Montilla, está dispuesto a mostrar músculo en su batalla por lograr la renovación de un Tribunal Constitucional (TC) que en Barcelona creen 'deslegitimado' para tomar una decisión sobre el Estatut.
La nueva muestra de fuerza del presidente catalán, enfrentado en sus intenciones no sólo al PP sino incluso al PSOE, pasa por lograr una declaración del Parlament de Catalunya en la que, con el apoyo de todos los partidos del tripartito y CiU, se exija la renovación de los cuatro magistrados del TC cuyos mandatos están agotados.
Para ello ya se ha puesto en contacto con el líder de la oposición, Artur Mas (CiU); el viceprimer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el presidente de ICV, Joan Herrera -en las próximas horas lo hará con el líder de ERC, Joan Puigcercós. Una ronda de llamadas que pretende allanar la aprobación de una resolución unitaria en el próximo pleno del Parlament, el próximo martes, que avale la carga contra el bloqueo que sufre el TC.
La estrategia de Montilla, que ha transmitido a través de una misiva al presidente del Parlament, Ernest Benach, descansa en su exigencia de que PP y PSOE desbloqueen la renovación de los magistrados. Una postura que ya hizo pública en un discurso institucional tras el quinto fracaso del TC a la hora de lograr una sentencia sobre el texto estatutario.
En la misiva enviada a Benach, el presidente catalán apunta que no se puede soportar "una nueva fase de desgaste y descrédito de una de las instituciones más relevantes de nuestro sistema político". Una situación que, apunta, debe contar con una resolución [en el Parlament] que lleve a la "ineludible renovación de los miembros del TC que han finalizado su mandato". [Lea la carta íntegra (PDF, en catalán)]
Mas: 'Que el TC no juzgue lo refrendado'
La ofensiva encabezada por el 'president', además, cuenta con el apoyo directo de CiU, cuyo líder ha descubierto un nuevo ariete contra el TC. Según ha explicado Artur Mas en una entrevista en Catalunya Ràdio, su partido propondrá cambiar la ley del TC para evitar que pueda juzgar estatutos aprobados en referéndum, como el catalán, y evitar "un choque de legitimidades".
Mas, quien insiste en su idea de que debe recusarse a los cuatro magistrados, cree que el TC se ha mostrado del todo "incompetente" para tomar una decisión sobre una sentencia que lleva ya un retraso de más de tres años y medio.
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