UTE intensificará la detección y corrección del uso irregular de energía con más inspecciones, multas "duras" y procesos penales. También se ofrecen, hasta el 31 de julio, oportunidades de regularización de las situaciones anómalas.
La empresa de electricidad uruguaya pierde US$ 80 millones anuales por la energía que no factura debido a causas ajenas al funcionamiento técnico del Ente. Es decir, por estafas que se realizan mediante la intervención ilegal del medidor de energía o el hurto, que implica el tendido de conexiones directas a la red eléctrica (los populares "colgados"). Según una investigación presentada ayer en el Palacio de la Luz, esa cifra se equipara igualmente entre la electricidad perdida en zonas de bajos recursos y la que se pierde en las otras.
Es por esto que ayer, al anunciar su plan de refuerzo de la prevención contra el hurto de energía, UTE hizo especial énfasis no sólo en el aumento de inspecciones y adecuación de puestos de medida e instalaciones, sino también en los procesos a los que puede acudir la empresa para el tratamiento de dichas irregularidades.
"El tema de la energía eléctrica tiene componentes que afectan en lo social, pero primero que nada hay que premiar al que se esfuerza por pagar la factura a fin de mes", señaló el ingeniero Beno Ruchansky, presidente de la empresa. "Vamos a tomar acciones para combatir el hurto, pero también para aquellos sectores que no puedan hacer frente al pago de la factura. Queremos darle beneficios a quienes quieran regularizar su situación".
En total, UTE perdió en 2009 un 16,7% de la energía eléctrica que ingresó a la distribución. La cifra está a menos de cuatro puntos de su pico histórico de pérdidas, registrado en mayo del 2004, cuando aún se sufrían los coletazos de la crisis económica de 2002.
De ese total actual, un 9% tiene que ver con las pérdidas técnicas. Luego hay un 7,7% que está vinculado al uso irregular de energía.
Una de las líneas de acción principales que UTE planea para este año está dirigida a reforzar la detección y la corrección del uso irregular de la energía. Entre sus principales objetivos para el período 2010-2012 está el de reducir las pérdidas no técnicas que tampoco son de índole social (esto quiere decir, de clientes que pueden afrontar el pago de sus facturas) en un 20%. Para ello se aumentará la cantidad de inspecciones en 2009 (126.800) a 173.660.
Actualmente se hacen 500 inspecciones por día y además se realizan 340 adecuaciones de medidores e instalaciones en todo el país.
El aumento de detecciones y readecuaciones de medidores de consumo también es notorio: se pasó de 67.000 en 2008 a 84.000 en 2009. También el año pasado fueron detectadas 19.000 irregularidades en instalaciones en zonas residenciales, unas 3.000 más que en 2008. En grandes industrias aparecieron 16 anomalías sobre 8.000 inspecciones. En 2008, se habían detectado sólo 2.
LOS PROCESOS. Cuando una irregularidad es detectada aparecen tres procesos posibles. El operativo, que concluye con la regularización del medidor de energía y un eventual corte del servicio; el proceso económico, que concluye en la reliquidación por la energía no facturada con los recargos correspondientes, o el proceso penal.
"Preferimos no hacer cortes del servicio porque pretendemos que los usuarios se regularicen", explicó durante la presentación del plan Luis Margenat, gerente comercial de UTE. Si la vía es económica las multas son "duras" y con escalafones acordes al tipo de cliente y la carga de energía utilizada. En cuanto al proceso judicial, en todos los casos UTE hace una denuncia penal o policial según la entidad del delito.
Los directivos de la empresa presentes en la conferencia afirmaron que, además, el año pasado fueron destituidos "por lo menos cinco operarios" que participaron de irregularidades, como los reajustes de medidores. Las empresas que fueron encontradas en infracción han sido suspendidas de la posibilidad de trabajar como proveedores de UTE.
En cuanto a las medidas para facilitar el acceso legal a la energía se ofrece una oportunidad para la regularización mediante la cual los clientes que comuniquen situaciones anómalas en sus instalaciones serán beneficiados con la corrección de éstas sin consecuencia alguna para el cliente, siempre que mantenga su situación regular por un período no inferior a un año. También se mantiene el plan para facilitar el acceso legal a la energía eléctrica mediante algunas facilidades como las tarifas especiales. (ver recuadro).
El crecimiento de la demanda de electricidad previsto para este año ronda el 3,5%. "En la medida en que puedan bajarse los niveles de pérdidas, es razonable pensar que se requerirá menos inversión en generación", afirmaron. (Producción: Déborah Friedmann)
Cómo quedar en regla
Si un cliente tiene certeza de que su instalación o el medidor de energía están alterados, UTE le ofrece una oportunidad para hacer la regularización voluntaria.
En primer lugar, se debe hacer la denuncia llamando a Telegestiones (1930) o al 0800 8111 en el interior. También se puede pasar por las oficinas comerciales de la empresa.
Se hace una inspección para constatar las anomalías y una adecuación de las instalaciones por parte de UTE.
Una vez que el cliente haya regularizado su situación tendrá un seguimiento de su comportamiento durante un año. En caso de no reincidir en ese periodo no habrá consecuencia alguna para el cliente.
El mecanismo estará vigente hasta el próximo 31 de julio.
A los clientes que tengan una deuda con UTE se les abre la oportunidad, hasta la misma fecha, de financiarla hasta en 36 cuotas con un 0,9% de interés mensual, de acuerdo con la reglamentación en vigencia.
Desde febrero de 2010, UTE incorporó una tarifa de consumo básico y estable, dirigida a hogares con un consumo menor a los 180 kilowatios. Según UTE, el cliente ahorra entre un 10% y hasta un 60% con respecto a la tarifa residencial simple. Ya hay 150.000 clientes residenciales con esa tarifa.
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