Un análisis de las elecciones del secretario general de Alianza Nacional, Eber Da Rosa, afirma que mientras el FA se "popularizaba" el PN era dominado por "elites conservadoras" y califica al PC de "amenaza electoral" para los blancos.
El secretario general del Alianza Nacional, senador Eber Da Rosa se metió de lleno en el debate sobre los resultados electorales y en un "borrador" de 10 carillas que fue distribuido a los dirigentes del sector que orienta Jorge Larrañaga, opinó sobre todo. El documento sobre el que LA REPUBLICA informó en su edición del viernes, ha generado un profundo impacto, tanto en el Partido Nacional como en el resto de las fuerzas políticas. Desde el herrerismo pidieron "no pasarnos cuentas" y discutir con "piedad fraternal" (ver recuadro).
En un lenguaje inusualmente franco, Da Rosa, uno de los referentes más importantes del sector, analiza el peso de Luis Alberto Lacalle, al que califica de "poco sensible a la cuestión social y a los problemas de los sectores populares", en la derrota blanca. Afirma que el FA se moderó en sus posiciones, llegó por primera vez "a sectores populares" y además hizo una gestión de gobierno que impactó positivamente.
El secretario general de Alianza Nacional, Eber da Rosa recomienda "capitalizar hechos de corrupción" y "disidencias internas" en la izquierda para consolidar al Partido Nacional en el escenario político.
LA AMENAZA COLORADA
Da Rosa, advierte que el Partido Colorado se ha convertido en una amenaza electoral para el Partido Nacional.
"Es claro que el rejuvenecimiento y auge del Partido Colorado ya motiva hoy en sus dirigentes el propósito inmediato de desplazar al Partido Nacional de ser la fuerza alternativa al Frente Amplio en el escenario electoral" sentenció el senador nacionalista.
"Tengamos presente que buena parte de la derecha colorada e incluso de la blanca se verá ahora atraída por la nueva figura de Pedro Bordaberry y por la tan mentada racionalidad colorada", sostiene Da Rosa como sostén de su análisis en cuanto al eventual corrimiento de votantes blancos supuestamente seducidos por la figura de Bordaberry.
EL CAMBIO EN EL FA
Da Rosa también se interna en las áreas del Frente Amplio, asegurando que un cambio radical en el discurso de la izquierda la "izquierda se hizo popular", dice fue un factor determinante para las conquistas electorales últimas.
"Desde la fundación del Frente Amplio en 1971 la izquierda se caracterizó por su enorme dificultad de proyección hacia las masas y en ella terminó siempre predominando una élite universitaria que no tenía discurso ni mensaje que fuera creíble a nivel de los sectores populares más amplios. Ya después de la dictadura (...) la izquierda uruguaya comenzó un proceso de corrimiento hacia el centro del espectro ideológico, dejando de lado banderas como la de la reforma agraria, la nacionalización de la banca, etc".
El secretario general de Alianza Nacional sentencia que cuando la izquierda llegó al gobierno nacional "se moderó aún más, se corrió hacia el centro y hasta admitió discutir en su seno la posibilidad de un TLC con el gobierno de los EEUU. Con Mujica la izquierda adquirió un lenguaje popular, rompiendo antiguos moldes ideológicos y así por ejemplo dejó de hablar de "cambios estructurales" para hablar de "medidas populares", y fue quedando a un costado la "ortodoxia marxista leninista" (...) es decir la izquierda uruguaya se transformó, se corrió hacia el centro y se hizo popular".
Da Rosa reconoce además que hubo un importante impacto en la población de la gestión de gobierno nacional del FA, encabezado por Tabaré Vázquez: "el gobierno del Frente Amplio ha demostrado que se puede hacer justicia social sin el descalabro de la economía y con crecimiento de la inversión y de las exportaciones". "En una palabra hacer lo que los gobiernos anteriores no habían hecho", reconoció y admitió el secretario general de Alianza Nacional.
PN: "ELITIZACIÓN" Y LACALLE
Y según Eber Da Rosa mientras esto ocurría, "el Partido Nacional se corrió nuevamente a la centro derecha, y terminó predominando claramente la visión de élites de pensamiento conservador, (...) es decir, mientras la pobreza y la marginalidad aumentaban en el país, la izquierda se moderaba y se popularizaba (y) el Partido Nacional se corría más a la derecha y asumía un discurso cada vez más elitista y alejado de las palpitaciones de grandes mayorías populares".
En ese terreno, en su borrador Da Rosa hace una definición expresa del papel de Lacalle: "Lacalle es lo que es, lo que siempre fue y seguirá siendo, un político de raza, de gran temple, un gran táctico pero no un estratega, un hombre de innegable valía intelectual, pero un político de los tiempos de la Guerra Fría, rehén de los preconceptos y de una mentalidad propia de esa época y aunque se esfuerce por mostrarse en sentido contrario, un político poco sensible y poco proclive a la cuestión social y a las problemas de los sectores populares de nuestra sociedad". Sostiene: "En mi concepto más grave, la incidencia del factor Lacalle ha sido el 'conservadurismo' que como una especie de fiebre frente al hecho de que el Frente Amplio llegó al gobierno, brotó en buena parte de nuestra dirigencia y militancia partidaria y eso ambientó el resurgimiento del factor Lacalle".
IDEAS PARA DESGASTAR AL FA
Para el legislador de Alianza Nacional es necesario en tren de reposicionamiento político "ubicarnos en el espectro político de tal forma que nos permita capitalizar circunstancias adversas o errores del gobierno y del Frente Amplio, tales como discrepancias internas y disidencias, medidas de radicalización hacia la izquierda, hechos graves de corrupción, cambios en las condiciones comerciales externas para el país, disgregación de sectores más bien populistas y poco ideologizados dentro del Frente".
Recomienda que "para llevar adelante la conducción de esa estrategia debe haber, primero una discusión a fondo sobre estos temas y luego un convencimiento y un compromiso de equipo a nivel de dirigentes de todo el país (...). Será necesaria capacidad de mando para conducir la estrategia pero también orejas bien grandes para oír e interpretar la realidad cotidiana de la gente.
No nos olvidemos que este país se caracteriza después de casi dos siglos de historia por una "cultura batllista, raigambre hispánica y una fuerte masificación urbana" donde son muchos más los que esperan del Estado, viven del Estado o buscan sobrevivir o existir gracias al Estado, y en donde son muchos más los que tienen poco o nada, que los que tienen bastante. Esto el Frente Amplio lo tuvo bien claro en su proceso de crecimiento y en su acción de gobierno a lo largo de estos años".
El borrador de Da Rosa coloca en un nuevo nivel el incipiente debate interno en el Partido Nacional sobre la derrota en el balotaje con el Frente Amplio. Varios sectores, particularmente Alianza Nacional, reclamaron una autocrítica. El actual candidato a intendente de Montevideo por el sector de Jorge Larrañaga, Javier de Haedo cuestionó las últimas propuestas económicas hechas por Luis Alberto Lacalle en la campaña.
Desde el herrerismo, el propio Luis Alberto Lacalle llamó a construir "un partido del siglo XXI" y dijo a los dirigentes de su sector "que se olvidaran del viejo Partido Nacional".
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