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viernes, 5 de marzo de 2010

El general Dalmao declaró ayer por 2 horas por asesinato de Nibia

Por primera vez, un general en actividad compareció como indagado ante la Justicia penal por un caso de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura. El general Miguel Dalmao negó cualquier responsabilidad en los hechos. Sin embargo, la indagatoria proseguirá.

Salida. El general Dalmao se retira del juzgado a cubierto de la prensa.
Inédito. Errandonea: "Institucionalmente es muy importante que haya declarado".
El general Miguel Dalmao, actual jefe de la División de Ejército IV, con asiento en Minas, declaró ayer por dos horas ante el juez Penal de 10º Turno, Rolando Vomero, y la fiscal Mirtha Guianze, sobre su presunta participación en la muerte de la militante de la UJC, Nibia Sabalsagaray, en junio de 1974, en las entrañas del Batallón de Trasmisiones Nº1 (hoy Batallón de Comunicaciones Nº 1).

Dalmao, primer general en actividad en comparecer ante la Justicia Penal como indagado en una causa por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, se mantuvo "en todo momento" en la versión emitida ante el Supremo Tribunal Militar (STM) durante la investigación desarrollada en la dictadura sobre la muerte de Nibia Sabalsagaray, en 1974.

En este sentido, el oficial aseguró que el capitán José Pedro Araújo (fallecido) le informó sobre las 08.00 horas la presencia de una mujer detenida en el calabozo, y que sobre el mediodía (12.10 horas) se apersonó al calabozo para tomarle las "huellas dactiloscópicas". En ese momento, miró por la mirilla y vio que la joven se encontraba ahorcada, por lo cual solicitó ayuda para sacar el cuerpo, dijo Dalmao ante el magistrado.

"Siendo aproximadamente la hora 12.10, el suscripto recorrió los calabozos en los que se encuentran los detenidos por actividades subversivas, ya que pensaba hablar con la detenida Nibia Sabalsagaray Curutchet, y al asomarme a la celda número tres, notó que la mencionada se encuentra arrodillada en el piso y colgando de un pañuelo anudado al cuello y a un hierro saliente de la pared que da a la cabecera de la tarima". "Una vez dentro de la celda constató que la prisionera estaba aparentemente muerta, solicitando de inmediato la presencia del enfermero de servicio y procediendo a comunicar el hecho", declaró Dalmao ante los instructores militares de la indagatoria en 1974.

El juez Vomero interrogó entonces sobre las contradicciones entre esta versión y sus declaraciones en 2006, cuando respondió por oficio un interrogatorio por el caso de Nibia Sabalsagaray, donde afirmó haberse enterado de la muerte de la joven "por información que circuló (en el Batallón) apenas constatado su deceso".

Dalmao dijo que en 2006 declaró con "lo que tenía en el alma, sin asesoramiento jurídico ni haber analizado la documentación sobre el tema", dijeron fuentes judiciales a LA REPUBLICA.



ACÁ NO PASÓ NADA

El general Miguel Dalmao aseguró ayer ante la Justicia que la militante de la UJC Nibia Sabalsagaray estuvo recluida "sola, en una sala de disciplina prevista para el arresto a rigor de personal subalterno y no fue encapuchada", así como dijo desconocer los motivos de su detención y los pormenores del operativo, indicaron las fuentes.

Es más, Dalmao dijo "desconocer" operativos de detención de personas por parte de los integrantes de dicha unidad militar y negó haber visto detenidos torturados allí. Incluso, aseguró que no estaban encapuchados porque "trabajaban en una huerta", explicaron las fuentes.

Las expresiones de Dalmao generaron la reacción de Juan Errandonea y Ruben Waisrub, abogados de la familia Sabalsagaray. "General, la versión que usted da no se la cree ni usted mismo, no se la cree nadie. No puedo creer que ustedes no hayan encapuchado a nadie", le inquirió Errandonea, que al igual que su socio fue detenido durante el proceso cívico-militar. La culminación de la audiencia implicó otro cruce entre Dalmao y los abogados de la familia. El general estiró la mano para estrecharla en un saludo. "Disculpe, general, pero tengo que ir a ver a la hermana de Nibia, no me ponga en esa situación", le respondieron ambos abogados. "La Madre Teresa de Calcuta parecería una mujer diabólica al lado de lo que declaró el general Miguel Dalmao. Absolutamente inocente y desvinculado de todo lo que pueda haber pasado, el cuartel parece un hotel 5 estrellas. Es una cosa que a uno lo violenta porque realmente parece que tomara por estúpidos a todos los que estábamos ahí", dijo Errandonea al salir del Juzgado.



ERA S2

La única confirmación emitida por Dalmao ante la Justicia fue su participación como integrante del S2 (Inteligencia Militar) en el Batallón de Transmisiones Nº 1, como "sustituto" del capitán Mario Cegnini, y la realización de cursos de contrainsurgencia en la Escuela de las Américas (Panamá), "en esquemas similares de la guerra de Vietnam", indicaron las fuentes. El testimonio de Dalmao sobre este punto podría ser relevante para el futuro de la causa, puesto que el ex jefe del Batallón de Transmisiones Nº 1, general (r) José Nelson Chialanza, declaró que los integrantes del S2 eran los únicos con potestades en la unidad para interrogar a los detenidos.

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