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viernes, 28 de agosto de 2009

Una saludable alternativa para el aperitivo


A pesar de que todavía quedan unos cuantos días de verano, la gran mayoría de los españoles ven cómo se evaporan sus vacaciones. Si la 'cultura del tapeo' va indefectiblemente unida a nosotros, más lo es en época de verano, donde sentarse a tomar unas cañas en cualquier terraza se antoja, muchas veces, imprescindble. Aceitunas, frutos secos o altramuces son complementos ideales para degustar con una cerveza o refresco. Y sin saberlo, tal vez estemos, gracias al aperitivo, alimentándonos mejor de lo que creemos.
Un grupo de investigadores del Instituto de la Grasa -perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- y de la Universidad de Sevilla han desvelado en un estudio, publicado en la revista 'Food Chemistry', el alto valor nutricional de los altramuces salvajes del sur de España.
El altramuz pertenece a la familia de las leguminosas, al igual que los garbanzos o las alubias. Según declara a elmundo.es Javier Vioque, investigador científico y principal autor del estudio, este alimento "se caracteriza por su alto contenido en proteínas y fibra, además de ser un importante antioxidante". Sus proteínas son, además, "de gran calidad".
Son muchas las propiedades de este vegetal, puesto que también ayuda a equilibrar los aminoácidos. No en vano, según cuenta Vioque, a las legumbres se les ha venido llamando "la carne de los pobres", ya que en países donde no se tiene acceso a ella para un consumo continuado, como en la India o México, se consumen gran cantidad de legumbres, pues sus valores nutricionales pueden compensar la poca ingesta de carne o pescado.
El altramuz cultivado pertenece a la especie de 'Lupinus albus' aunque existen otras especies que crecen silvestres en Andalucía o se cultivan de forma marginal. Tras analizar seis de estos tipos de altramuces, los investigadores comprobaron que los 'Lupinus luteus', 'L. hispanicus' y 'L. Cosentinii' contienen las proteínas con mejores propiedades nutricionales y que la composición de esta última es la más equilibrada.
Comparado con otros alimentos, el aporte de proteínas del altramuz es similar al que ofrecen las semillas de girasol y superior al de los garbanzos. También se destaca su alto contenido de hierro y calcio. En cambio, el nivel de grasas y carbohidratos es similar al de otras plantas cultivadas.
Revalorizar los cultivos autóctonos
El estudio se enmarca dentro de un proyecto de la Junta de Andalucía con el objetivo de rastrear las legumbres silvestres que crecen por el sur de la Península. Vioque explica que se ha analizado la composición proteica "para revalorizar cultivos autóctonos" que en los últimos años se han visto desplazados (incluso algunos han desaparecido) por semillas comercializadas por multinacionales extranjeras.
"Para la conservación y expansión de los cultivos locales, necesitamos seguir estudiando sus características como fuente de alimentación", afirma el científico, que destaca que investigaciones como ésta "confirman el interés de estudiar poblaciones de especies silvestres para que puedan proporcionar semillas con buenas propiedades nutricionales".
El altramuz cultivado se usa como alimento para el ganado, aunque su grano es comestible si se quita el amargor que le caracteriza con agua y sal. Así, se convierte en un popular aperitivo, sobre todo en Andalucía. Que aproveche, nunca mejor dicho.

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