En Fray Bentos, el candidato presidencial del Frente Amplio fue consultado, una vez más por los medios de prensa, sobre la posibilidad de debatir con Luis Alberto Lacalle. Mujica recordó que propuso que el debate fuera "de equipos con Danilo y Larrañaga y Lacalle no quiso". Igualmente manifestó que "podría existir un debate" pero recordó que "cuando el Dr. Juan Andrés Ramírez ofreció a Lacalle debatir, con documentos sobre la mesa, no tuvo el mismo proceder que ahora que reclama tanto debatir".
Mujica también defendió ante las críticas de la oposición del derecho del presidente Tabaré Vázquez de defender su gobierno: "¿Ahora la oposición puede hablar y el gobierno no?, eso no es campaña electoral, que no embromen".
Mujica sufrió retrasos en la agenda por la gran cantidad de gente que lo acompañó en cada actividad. Una muestra de ello es que por el retraso de hora se había suspendido la caravana prevista en Fray Bentos pero, ante la enorme cantidad de militantes presentes, hubo que realizarla igual. El Club Nacional de Básquetbol de Fray Bentos fue colmado por la militancia frenteamplista.
Acompañaron al candidato presidencial, entre otros, Enrique Rubio director de la OPP, el senador Jorge Saravia y el intendente de Paysandú, Julio Pintos.
Al arribo de Mujica, varios gremios esperaban entregarle documentos sobre las problemáticas que los afectan, como el gremio policial, el gremio de Marfrig, trabajadores portuarios.
El discurso de poco más de una hora fue seguido con atención por la gran cantidad de público presente. "Nuestro instrumento, el Frente Amplio comenzó señalando Mujica empezó hace casi 40 años, y lo hicimos aburridos de un país que para cualquier cosa tenías que ir a pedir la tarjeta de un político, porque si no quedabas colgado; para sacar un teléfono, la pensión, con la cola del expendio cuando se vendía leche más barata y pan, para sacar los boletos, todo necesitaba palanca política y si no la tenías la quedabas".
"¿Que nos había pasado?" se preguntó y respondió "los viejos y queridos partidos que dejaron la sangre en la cuchilla, se fueron con el paso de los años transformando en un instrumento de poder; el uso del gobierno para mantener la maquinaria electoral y todo estaba en función de eso y esa gigantesca reacción nos juntó a gente muy distinta y nos trataban de colcha de retazos y veníamos de la izquierda tradicional, partidos libertarios".
Mujica reivindicó la actuación "en medio de la diversidad" de la bancada del FA en respaldo al gobierno y sostuvo "no es poca cosa, ya cuando éramos oposición y además siendo gobierno, dimos estabilidad al país. Recuerden aquella Argentina con gente peleando en los bancos, recuerden esa Argentina que un presidente se tuvo que ir en helicóptero y en una semana cambiaron, con todo lo que es de formidable la República Argentina. Nosotros tuvimos crisis pero la oposición, la nuestra, que mantuvo el carril para buscar salida y tratar que los daños fueran mínimos".
El candidato presidencial del FA insistió con las raíces históricas de la izquierda e hizo una definición personal de su posicionamiento histórico: "Desde el punto de vista de la interpretación histórica tengo posición en cuanto a la Guerra Grande, soy federal, soy artiguista, tengo una historia blanca pero también porque la cultura no es propiedad de ningún partido; seguramente que la obra de José Batlle y Ordóñez, a partir de 1904, constituye, en mi humilde opinión, después de Artigas, la personalidad política más importante de la historia de nuestro país y nos dejó un conjunto de valores que no es para tirarlo a la basura".
En esa línea de razonamiento, Mujica defendió la gestión del FA y la necesidad de superar "la fractura social" que vivió el Uruguay. "Compañeros, un país sin odio dijo tiene que ser un país que no tenga dolorosas diferencias, no es caer en el igualitarismo que todos somos iguales, no, las proteínas son exclusivas, pero el maíz nace desparejo. El sentido de nuestra lucha es elevar el fondo de la sociedad para arriba, no rasurar y le pedimos a las clases sociales del país, que den una mano porque es el camino más corto para vivir mejor todos".
En su discurso, Mujica reivindicó el Plan de Emergencia (ver nota aparte) pero destacó también la formación de empleos y la apuesta al trabajo. Afirmó que se crearon "200 mil puestos de trabajo nuevos, es mucho, también es cierto que aún no alcanza, no se pudieron hacer más porque no nos dio la nafta aún".
Reivindicó la solidaridad y agregó "no me vengan con cuentos chinos, porque había personas que estaban sin ojos para ver con una operación sencilla que no se hacía".
Reivindicó la revolución que significó el Fonasa, "es una revolución de defensa de la salud" con la incorporación de tantos menores al sistema".
"Un gobierno tiene que tener dignidad y dignidad no es poner pinta de prócer en una estatua sino meterse la patria en el corazón", finalizó Mujica.
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