En una multitudinaria y bulliciosa marcha, más de 10.000 partidarios del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, repudiaron ayer martes al gobierno de facto y advirtieron que profundizarán sus protestas por el regreso del mandatario.
"Nos tienen miedo porque no tenemos miedo", cantó una hija de Zelaya, Hortensia, más conocida como 'La Pichu', ante la multitud que la seguía en coro y levantando los puños en una marcha por el bulevar Juan Pablo II de la capital, en las proximidades de la Casa Presidencial.
Más de 5.000 partidarios de Zelaya caminaron desde la Universidad Pedagógica Nacional entre negocios de comida rápida, y en medio de la algarabía recibieron a unas 3.000 personas que llegaron caminando desde la zona de Olancho, en el este del país, y a otras 2.000 procedentes de Comayagua, en el centro.
Esta fue la mayor manifestación por el retorno de Zelaya desde una realizada el 5 de julio en los alrededores del aeropuerto de Toncontin en Tegucigalpa, cuando el mandatario depuesto intentó aterrizar en un avión venezolano, pero el gobierno de facto puso obstáculos en la pista.
En rueda de prensa, el dirigente obrero Israel Salinas leyó un comunicado que afirma que el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe del 28 de junio ha resuelto "aumentar y profundizar las acciones de resistencia en todo el territorio nacional e intensificar los llamados de acciones solidarias internacionales".
Se van a "extender las acciones pacíficas para afectar el normal desenvolvimiento de las operaciones comerciales de empresas promotoras, financieras y ejecutoras del golpe político-militar", añadió el dirigente.
Salinas denunció "la ilegalidad del proceso electoral (convocado para el 29 de noviembre de 2009) avalado por el gobierno de facto" de Roberto Micheletti y anunció que el Frente "promoverá en instancias internacionales el castigo penal contra los responsables" del golpe.
La manifestación se vio fortalecida con la llegada de las marchas del este y del norte del país y una esperada columna de El Paraíso (sur), que salieron el miércoles de la semana pasada de sus lugares de origen.
Otras marchas se dirigieron a San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, en el norte.
"Urge Mel", "viene Mel", gritaban los manifestantes siguiendo una canción que Zelaya usó en la campaña que lo llevó a ganar las elecciones de noviembre de 2005 para asumir por cuatro años el poder el 27 de enero de 2006.
"Honduras resiste, insiste y persiste (...). Esta resistencia es un ejemplo para el mundo y para los movimientos sociales del mundo", advirtió la hija de Zelaya hablando a la multitud con un altoparlante desde lo alto de un camión.
Por su parte, Xiomara Castro, esposa de Zelaya, sugirió que el movimiento por el regreso de su esposo al poder "es la oportunidad de transformar a Honduras y no dejar que las fuerzas de las armas dobleguen el corazón y la razón".
"No nos vamos a vencer, no nos vamos a doblegar, ayúdennos a cambiar la historia de Honduras", demandó Castro a los manifestantes, que la aclamaron con vivas a Zelaya, al Frente de Resistencia y a Honduras.
LR-U
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