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sábado, 11 de mayo de 2013

Mubarak se enfrenta a su segundo juicio por el asesinato de manifestantes


A la segunda, puede ser la vencida. Hosni Mubarak, con sus 85 años recién cumplidos, regresa este sábado al banquillo para rendir cuentas por la muerte de 850 manifestantes durante las revueltas que forzaron su salida en febrero de 2011. El primer veredicto -cadena perpetua- fue anulado en enero y el pasado 13 de abril la repetición del juicio fue aplazada después de que el juez decidiera retirarse del proceso.
Ahora -designado un nuevo magistrado, Mahmud Kamel el Rashidi- el desteñido "juicio del siglo" podría iniciar su segundo, y quizás definitivo, asalto. La vista, que se celebra en una academia de policía ubicada a las afueras de El Cairo, es retransmitida -con permiso del tribunal- por la televisión estatal. Como sucede desde que el 3 de agosto de 2011 diera comienzo este proceso interminable, se han desplegado fuertes medidas de seguridad en unas inmediaciones que pueblan simpatizantes y detractores del ex mandatario con su habitual circo de pancartas y retratos.

Banquillo de acusados

Mubarak, el general que gobernó Egipto durante tres décadas, será trasladado en helicóptero desde la cárcel de Tora, a la que regresó recientemente después de que un equipo médico confirmara que su estado de salud ha mejorado. Su equipo de letrados batalla por conseguir su libertad provisional pero hasta la fecha el Tribunal Penal de El Cairo ha rechazado la solicitud. El autócrata permanece en prisión preventiva mientras se investigan varios casos de corrupción.
El anciano volverá a comparecer postrado en una camilla y enjaulado junto a sus hijos Gamal y Alaa, acusados de corrupción y enriquecimiento ilícito. Además se sientan en el banquillo el ex ministro de Interior Habib el Adli, condenado a una cadena perpetua también anulada y seis de sus principales colaboradores cuya absolución provocó en enero la indignación de víctimas y activistas.
El último inculpado, el empresario hispano-egipcio Husein Salem, será juzgado en rebeldía. Huido de Egipto en febrero de 2011, fue detenido en Madrid meses después y se encuentra actualmente en libertad bajo fianza en España. Salem está acusado de exportar gas a Israel por debajo del precio del mercado y regalar a Mubarak varias mansiones en Sharm el Sheij a cambio de la cesión de terrenos propiedad del Estado.
La principal incógnita de unos tribunales en el ojo del huracán por su incapacidad para hacer justicia y condenar a los responsables de la represión se centra en las nuevas pruebas que implican a Mubarak. El mes pasado la fiscalía general remitió las pesquisas que apuntan a la participación del 'rais' en la brutal respuesta policial a las manifestaciones de 2011. Sin embargo, se desconoce si podría incluirse en el sumario del nuevo juicio.
Las evidencias están recogidas en las conclusiones del informe de la comisión designada por el presidente Mohamed Mursi y encargada de investigar la represión durante el levantamiento. El dossier -elaborado por activistas, víctimas, abogados o miembros del poder judicial- demostraría lo que no pudo probarse durante el juicio e impidió la pena capital solicitada por el ministerio público: Qqe el dictador sabía de la brutal respuesta policial y ordenó abrir fuego contra los manifestantes.
Según este voluminoso documento -con más de 1.000 páginas-, el mandatario tuvo en todo momento conocimiento de lo que sucedía a través de un televisor instalado 'ad hoc' en su oficina de palacio y conectado a un canal cifrado que transmitía en directo la batalla campal de la plaza Tahrir, el corazón de las protestas.
Con una investigación marcada por la falta de colaboración del Ministerio del Interior y una sentencia anulada por los errores judiciales, la repetición carece ya de la expectación que suscitaba antaño. El destino de Mubarak es un problema menor comparado con el quebradero de cabeza que representa un país habitado por la polarización política, amenazado periódicamente por la violencia sectaria, asaltado por la falta de seguridad y al borde del colapso económico.

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