“Luego
de varios meses de profundas desavenencias conyugales, lo cierto es que
a fines del año pasado nos separamos de hecho: ella se radicó desde
entonces en Uruguay y yo, obviamente, aquí en Italia, donde tengo
compromisos profesionales”, contó el jugador al portal de noticias Espectador.com de Montevideo.

“Un divorcio siempre es difícil. Es un fracaso”, pero “yo me divorcio
de Soledad, no de mis hijos. Yo siempre he mantenido una conducta clara
e inequívoca. Nunca he dejado de cumplir mis obligaciones con mis
hijos; la madre tiene acceso a fondos gananciales que cubren todas las
necesidades de los mismos, las presentes y las futuras”, agregó.
Cavani vive una de sus mejores temporadas en el Nápoles de Italia, que marcha segundo en el campeonato.
A fines de abril, la esposa de Cavani declaró a la revista italiana
Chi que “Edinson ha traicionado a Dios, el Dios en que él cree
fuertemente, antes que en mí. Ha traicionado a su familia”.
La joven habló también de los rumores que involucran al jugador con
una muchacha italiana: “Si se ha equivocado la chica, también se habrá
equivocado mi marido. Yo no juzgo a nadie. Será Dios quien juzgue”.
Cavani retornará a Uruguay a fines de mes para, junto a la selección
de su país, iniciar los entrenamientos de cara al amistoso con Francia
del 5 de junio en Montevideo, un duelo por eliminatorias sudamericanas y
la participación de la “celeste” en la Copa Confederaciones, que se
disputará en Brasil
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