El general estadounidense David Perkins ha defendido este viernes el profesionalismo de sus tropas en Irak durante la operación en la que murieron el cámara José Couso y el ucraniano Taras Protsyuk en abril de 2003, mientras filmaban desde el hotel Palestina de Bagdad.
"No sabíamos que había periodistas", aseguró el
general en un encuentro con un grupo reducido de periodistas, en el que
habló de la importancia de la relación entre los medios de comunicación y
el Ejército. El general de tres estrellas, que entonces era el responsable de la brigada que abrió fuego contra el hotel,
aseguró que las tropas estadounidenses respondieron a disparos
procedentes de un lugar que posteriormente resultó ser el Palestina.
Perkins, que explicó cómo su brigada trabajaba codo con codo con más
de una veintena de periodistas integrados en sus equipos de combate,
añadió que los reporteros "originalmente trabajaban en el hotel Al
Rachid de Bagdad y luego el gobierno iraquí los trasladó al otro lado
del río".
"Evidentemente, no tienes que estar integrado con nosotros, puedes
hacerlo con quien quieras, pero si eres un periodista y estás en un
lugar en el que mis soldados pueden entrar en combate diría que estás en un lugar muy peligroso", comentó el general.
"Hay periodistas que se están moviendo en el campo de batalla que
esperan que nosotros, los estadounidenses, sepamos exactamente dónde
están ellos, en un esfuerzo coordinado que no es realista", añadió.
¿Ataque deliberado?
Perkins explicó que cuando él se mueve en el campo de batalla se
asegura de que todo el mundo sepa dónde está y advierte de su posición a
los distintos puestos, para que todo el personal implicado en la
operación sepa quién es. Pero, "si uno no hace un esfuerzo por
coordinarlo, diría que es una situación muy peligrosa" y eso, continuó,
"es una decisión personal: cuánto riesgo estás dispuesto a asumir".
Según explicó, fueron los propios periodistas que estaban siguiendo
la operación con él en el centro de operaciones los que le preguntaron
si sus tropas habían disparado contra el hotel Palestina, por reportes
que empezaron a recibir de otros compañeros.
El general, que contó cómo vivió esos momentos, dijo que uno de los
periodistas llamó a un colega que creía que estaba alojado allí en el
hotel. Éste resultó estar en Sudáfrica, pero por haberse hospedado
anteriormente en el hotel, fue el primero que pudo ofrecer una
descripción del sitio donde estaban los reporteros.
Tras recibir esta información, el general llamó al comandante del
batallón apostado en el río Tigris para advertirle de que en uno de los
dos edificios frente a los que estaban estacionados "podría haber
periodistas". Perkins pidió a los enviados que, si conocían a alguien
que estuviera allí, le pidieran que sacara una sábana para que sus
militares pudieran distinguir el hotel.
Media hora después, su comandante le informó de que veían sábanas en
la fachada de un edificio. "Aparentemente era el hotel Palestina,
todavía no sabíamos qué había pasado, pero obviamente había reporteros"
dentro, y Perkins pidió que "nadie disparara al edificio con sábanas en
las ventanas". "En ese momento todavía recibíamos fuego desde la base
del hotel", explicó, pese a lo cual pidió a sus tropas que no
respondieran el ataque. "No sabía quiénes eran, pero obviamente había gente que no eran combatientes", reconoció.
Perkins rechazó las acusaciones del artículo 'Two murders and a lie',
publicado posteriormente por Reporteros sin Fronteras, en el que se
acusaba al Ejército estadounidense de haber atacado deliberadamente a
los periodistas.
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