“Heart Attack Grill” (Infarto Parrilla), desarrolla un “marketing de la muerte”, que a todas luces apunta a lo insalubre de su dieta. Las mozas que atienden están todas vestidas como enfermeras, y a las puertas de cada local hay una ambulancia esperando al eventual infartado, como parte de la decoración.
La hamburguesa “Cuádruple Bypass”, la estrella de la casa, tiene para alcanzar las 8.000 calorías promocionadas: cuatro hamburguesas fritas en grasa de cerdo, panceta, ocho fetas de queso, un tomate, media cebolla, seis rebanadas de pan, aderezos varios.
La “pornografía nutricional”
La hamburguesa no es lo único. Las gaseosas están todas adicionadas con azúcar extra, hay hamburguesas de tamaño XXL y un salad bar… pero de distintas clases de papas fritas. Hay también cigarrillos sin filtro, gratis.
Jon Basso, graduado en marketing y fundador de la cadena, conocido por su apodo de “Doctor Jon”, afirma que “lo nuestro es ofrecer una comida por la que vale la pena morir”. Y no lo oculta en absoluto. A las puertas de cada hamburguesería hay un cartel que dice: “Este restaurante puede perjudicar seriamente su salud”.
Por su parte la Asociación Americana del Corazón, ratifica su aspiración: han tratado que la Justicia cierre la cadena y públicamente han dicho que Doctor Jon es un “pornógrafo nutricional”.
Llevado a varios juzgados, ha salido impune de los cargos de atentar contra la salud pública. “Hemos colocado grandes señales de peligro en la entrada en que se puede leer que comer aquí es malo para la salud”, enfatiza. Sin embargo en los cursos de marketing, pasó a ser el ejemplo Nº1 en Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario