Ecuador anunciará decisión sobre Assange después de Olimpiadas

Quito, 26 jul (PL) El gobierno ecuatoriano anunciará su decisión sobre el asilo político solicitado por el fundador de Wikileaks, Julián Assange, después de concluir los Juegos Olímpicos que comenzarán mañana en Londres. Según declaró el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, la decisión que se adopte buscará no afectar las relaciones con Gran Bretaña y aunque aclaró puede ser que sean distintas de la posición que tenga el gobierno británico. Seremos prudentes para no afectar los Juegos Olímpicos, afirmó Patiño, tras señalar que Assange está bien e incluso hace pocos días celebró su cumpleaños. Agregó que Ecuador ya ha establecido algunos contactos entre su representación diplomática y representantes suecos. Desde el 19 de junio último, Assange permanece en la Embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, donde es acusado de cuatro supuestos delitos de agresión sexual, ninguno de los cuales ha sido probado. Assange es investigado también por Estados Unidos por presunto espionaje, debido a que su organización difundió miles de cables diplomáticos confidenciales del Departamento de Estado de esa potencia. Por esta razón, el fundador de Wikileaks teme que si es extraditado a Suecia, muy probablemente luego sea enviado a Estados Unidos y finalmente condenado a cadena perpetua o en el peor de los casos a muerte. El exjuez español Baltasar Garzón, quien asumirá la defensa de Assange, explicó que su decisión obedece a que el proceso contra el fundador de Wikileaks es arbitrario, carece de base absolutamente y existe una clara intencionalidad política detrás de todo el proceso. Expresó Garzón una grave preocupación sobre lo que pueda suceder con Assange porque, según opinó, se está derivando su situación para un uso político. Afirmó que esa arbitrariedad tiene su origen en la gran labor del experto con Wikileaks, a la hora de denunciar abusos y corrupciones. Entre los cables filtrados por Wikileaks se conoció instituciones estatales y privadas de Estados Unidos emplean fondos millonarios en actividades con partidos políticos, medios de prensa y organizaciones no gubernamentales contrarios a los gobiernos progresistas de la región.