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jueves, 12 de julio de 2012

Barcelona quiere repartir más el tráfico de turistas a pie junto a la Sagrada Familia

El Ayuntamiento de Barcelona prevé equilibrar la densidad de turistas que acceden a pie a la Sagrada Familia reduciendo el flujo que se concentra ahora en la calle Marina y repartiéndolo por las calles colindantes, y en especial Sardenya, poco más de un mes después de la puesta en marcha de la limitación de acceder a la basílica en autocar turístico.

Así lo ha explicado este miércoles el concejal del distrito del Eixample, Gerard Ardanuy, en declaraciones a los medios al hacer balance del primer año de mandato, y ha valorado positivamente la reordenación: "El efecto no es tan negativo como alguien puede decir. Estamos buscando el equilibrio y creo que está funcionando de manera bastante correcta".

Este trasvase del intenso tráfico de viandantes en Marina -que ha provocado el malestar de comerciantes y guías turísticos por las aglomeraciones producidas en las aceras- a Sardenya se hará pactando con los operadores y los guías las rutas de ida y vuelta del templo: "Veremos claramente cómo baja esta presión y todo el mundo sale beneficiado".

Por ahora, el consistorio no prevé introducir más modificaciones y evaluará durante "un ciclo" -un año- los efectos de las ya realizadas, que consisten en que los autocares ya no aparcan alrededor de la basílica sino en zonas habilitadas en Diagonal y Consell de Cent, y se han ampliado aceras para absorber la densidad de peatones.

"No haremos inversiones a ciegas ni llevados por la presión del momento", ha sostenido Ardanuy, y ha descartado así soluciones como peatonalizar el entorno de la Sagrada Familia, ampliar más aceras -ya se ensancharon las de Marina y Sardenya en la manzana del templo, y los chaflanes de ambas calles entre Aragó y Provença-, ni cambiar la parada del Bus Turístic, que aparca más cerca de la basílica que el resto de autocares.

No al aparcamiento subterráneo

También ha negado que el Gobierno municipal se plantee construir un aparcamiento subterráneo bajo el templo, como sí defendió el alcalde, Xavier Trias, si bien según Ardanuy por ahora es sólo una idea que no se ha estudiado técnicamente: "No podemos tomar decisiones precipitadamente. No lo contemplamos ni a corto ni largo plazo".

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