El delantero uruguayo del Liverpool, Luis Suárez, tendrá que esperar hasta la semana que viene para conocer si es sancionado por supuestos comentarios racistas, según un comunicado de la federación de fútbol inglesa (FA), que lleva a cabo una investigación disciplinaria sobre los hechos.
La audiencia disciplinaria, que comenzó el pasado miércoles, tenía previsto concluir el viernes, pero debido la complejidad y la seriedad de las acusaciones contra el uruguayo, se extenderá unos días más. La investigación contó ya con las declaraciones tanto de Suárez, que asegura no ser culpable, como el supuesto receptor de sus insultos, el jugador del Manchester United Patrice Evra, de raza negra.
La FA confirmó que la comisión que estudia el caso trabajará durante el fin de semana y que no habrá ningún pronunciamiento antes del martes, 20 de diciembre, "como muy pronto". A medidos de noviembre, la FA acusó a Suárez de comportamiento racista contra Evra durante un partido jugado en Anfield el 15 de octubre entre el Manchester United y el Liverpool.
Suárez, fichado en enero por el Liverpool, y que ha expresado su total respaldo al jugador, es sospechoso de utilizar palabras o de tener un comportamiento "insultante" hacia Evra que son contrarias a las reglas de la FA, según señaló la Federación en un comunicado el pasado 16 de noviembre.
El goleador uruguayo es también sospechoso de haber dirigido al defensa del Manchester insultos con referencias a "su origen étnico, su color y/o su raza", indicó entonces la FA. Además, Suárez es investigado por la FA por un posible gesto obsceno al público en un partido jugado a comienzos de este mes por el Liverpool frente al Fulham, cuyos fans lo abroncaron y lo llamaron "tramposo" por fingir una caída.
Suárez fue cazado por los fotógrafos haciendo una peineta al público del estadio de Craven Cottage cuando los "reds" perdían por 1-0 frente al Fulham londinense, el pasado día 5 de diciembre.
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