Por Martin Hacthoun
Damasco, 26 nov (PL) Movimientos de unidades navales de Rusia y Estados Unidos en el Oriente Medio suscitan hoy expectativas y especulaciones particularmente en torno a la crisis en Siria, azuzada en especial por Occidente.
Los cintillos giran alrededor de la presencia de una flotilla de buques de guerra rusos en el puerto sirio de Tartous, y del movimiento del escuadrón del portaaviones norteamericano George H. W. Bush el cual, según se dice aunque nada de forma oficial, navega en aguas próximas a Siria.
En su más reciente comparecencia pública, el canciller sirio, Walid al-Moallen, aclaró que los barcos militares rusos se encuentran en Tartous para un mantenimiento de rutina a tenor de un viejo acuerdo entre Damasco y Moscú que data de los años 1980.
Eso es lo que oficialmente ha dicho el gobierno del presidente Bashar al-Assad, aunque en las calles algunos ciudadanos, a partir de las actuales circunstancias que atraviesa el país, lo han interpretado como una muestra más de apoyo de Rusia a Siria.
Especulaciones, conjeturas y suposiciones también genera la unidad naval de la pista flotante Bush, con sus 70 aviones.
Según el sitio digital Strafor, dedicado a análisis, comentarios e informaciones sobre estrategia, inteligencia y movimientos militares a escala global, ese portaaviones con sus buques escoltas, luego de cumplir cinco meses de operaciones en punto próximo al Estrecho de Ormuz en aguas del Océano Índico, se dirige a la base de la VI Flota.
Esa instalación se encuentra en Nápoles, Italia, y en su trayecto tiene que subir por el Mar Rojo y atravesar el Canal Suéz, y al salir de este pues lo hace próximo a las costas de Egipto, Líbano y también Siria.
Sucede que ese trasiego naval coincide cuando se intensifica la campaña occidental desde todos los ángulos contra Siria, especialmente las presiones de Estados Unidos y Europa sobre la Liga Árabe para que acabe de sancionar a Damasco. Pero sin embargo ese foro regional no llega a consenso para hacerlo.
De ahí, que se desaten todo tipo de conjeturas, hipótesis, especulaciones, y generen también preocupación y aprensión. La prensa siria, al menos en sus versiones en inglés, no ha abordado el tema.
En cambio, los medios aquí destacan hoy una declaración de la Cancillería rusa, la cual señala que un diálogo nacional integral es la única solución para resolver la crisis en Siria, que conlleve a reformas en lo social, político, económico, y estas ya las vienen desarrollando las autoridades.
A su vez, el presidente de Iraq, Jalal Talabani, rechazó que se ejecute una intervención militar contra Siria, al tiempo que expresó su oposición a las sanciones económicas que baraja la Liga Árabe contra el pueblo sirio.
Reiteró en cambio el apoyo de Bagdad al programa de reformas que ha sido acogido por la población siria, así como el diálogo nacional. También opinó que la iniciativa árabe aceptada por Damasco sin condicionamientos constituye una buena base para solucionar los problemas.
En términos parecidos se manifestó el presidente del Parlamento libanés, Nabhih Berri, quien además consideró que los actuales acontecimientos en torno a Siria son parte de una maniobra para desviar la atención de la retirada de Estados Unidos de Iraq y de la crisis económica que abate a países de Europa.
A fin de evadir sus propias crisis, esos centros de poder desatan crisis en otras regiones, principalmente en el Oriente Medio, estimó Berri, quien, además, llamó al pueblo libanés a no permitir que dañen a su vecino del norte.
Mientras, el pueblo sirio dio sepultura este sábado a 27 efectivos militares y policiales, entre ellos a seis experimentados pilotos muertos a tiros cuando el vehículo que los transportaba fue emboscado la tarde del viernes en el entronque de las autopistas Homs-Palmyra, en una operación tácticamente bien preparada.
Con ellos suman 70 las bajas sufridas por las fuerzas de seguridad sirias esta última semana en los enfrentamientos contra grupos armados financiados desde el exterior. |
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