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jueves, 15 de septiembre de 2011

De profesión: cortadora de jamón en Estados Unidos

Cristina García trabajaba como administradora en Nueva York para 'Fermín', una de las pocas empresas españolas con licencia para traer jamón a Estados Unidos. Un día su jefe le pidió que sustituyera a uno de los cortadores jamón en una feria. Ella no lo dudó, agarró el cuchillo y comenzó a cortar.

"Yo solía cortar el jamón en mi casa así que dije, ¿por qué no?", comenta. La cosa fue bien y actualmente Cristina compenetra sus funciones administrativas en la empresa con la función de cortadora del jamón. Ahora puede presumir de ser de las pocas mujeres, sino la única, que se dedica a este oficio en Estados Unidos.

"He estado cortando jamón en Las Vegas, Los Ángeles, Washington, Houston... y muchas otras ciudades americanas", nos comenta. " A los americanos les extraña ver a una chica con un cuchillo cortando jamón. Me preguntan que donde he aprendido", asegura sin poder evitar una sonrisa.

'Los suelen confundir con el prosciutto'

Cristina reconoce que su principal función, además de cortar el jamón, está en explicar al consumidor estadounidense las dudas que pueda tener sobre el producto. "Muchos de ellos lo llaman 'spanish ham' (jamón español) o spanish prosciutto", nos comenta. "Entonces les dices que no es el mismo jamón el italiano que el español, y luego ya tratas de explicarle la diferencia entre el jamón serrano y el ibérico. Están bastante perdidos", asegura.

Para esta segoviana afincada en Nueva York, los italianos nos llevan una gran ventaja en el mercado norteamericano. "Nos llevan más de 20 años de marketing, están instaurados en todos los supermercados y tienen muchísimas marcas en EEUU", comenta.

A pesar de las explicaciones de Cristina, nos cuenta que el público de Estados Unidos es bastante reticente a comer la parte de la grasa del jamón. "Siempre tenemos que quitar esa parte porque no les gusta", asegura.

"Otra de las luchas que tenemos es explicarle al americano que el jamón es sano, que no engorda, y que es bueno para la salud", comenta. "También intento enseñar a los estadounidenses que la mejor forma de comer jamón es con las manos, y les sorprende mucho que cuatro o cinco personas cojan de un mismo plato con los dedos", explica.

Más allá de las dudas, Cristina reconoce que cada vez el jamón serrano tiene más adeptos en Estados Unidos. "Ojalá llegue un día en el que casi todos los estadounidenses tengan un jamón en su casa", nos comenta. De momento, habrá que esperar.

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