Kabul, 13 jul (PL) Al menos cinco soldados de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), murieron durante un ataque insurgente a una base militar en la provincia afgana de Kapisa.
Según informaciones oficiales hubo además tres heridos en la mencionada provincia, donde se ubican la mayoría de los cuatro mil soldados franceses bajo el mando de la OTAN.
Con esa cifra el número de muertos de las tropas extranjeras ocupantes llegó a 310, de ellos 215 estadounidenses, una cifra inferior solamente a los años completos de 2009 y 2010.
El ataque ocurrió un día después de la visita a Afganistán, precisamente a la base de Kapisa, del presidente francés Nicolás Sarkozy, donde anunció que un cuarto de los militares de su país dejarán este teritorio a partir del 2012.
Mientras, en Kandahar y a pesar de extremas medidas de seguridad, dos bombas explotaron en las cercanías del lugar donde se efectuaba una ceremonia fúnebre a Ahmed Wali Karzai, hermanastro del presidente Hamid Karzai.
El mandatario afgano concurrió al sitio que fue tomado por la guardia presidencial, a la vez que soldados y policías de su régimen se limitaban a las áreas exteriores de la ciudad de Kandahar.
Wali Karzai murió el martes último tras los disparos de uno de sus guardias de seguridad, definido por la insurgencia como un infiltrado cuya principal misión fue esa acción.
En Kabul, medios de prensa se hicieron eco de un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el cual prevé que entre dos y tres millones de afganos requieren de ayuda urgente.
De acuerdo con el documento, el gobierno informó que en este año la cosecha de trigo se reducirá un 28 por ciento debido a la intensa sequía y la inseguridad en las labores agrícolas.
El PMA añadió que la difícil situación económica en Afganistán provoca que no menos de 10 millones de personas- casi dos tercios de la población total,-viven en permanente inseguridad alimentaria y social.
Según informaciones oficiales hubo además tres heridos en la mencionada provincia, donde se ubican la mayoría de los cuatro mil soldados franceses bajo el mando de la OTAN.
Con esa cifra el número de muertos de las tropas extranjeras ocupantes llegó a 310, de ellos 215 estadounidenses, una cifra inferior solamente a los años completos de 2009 y 2010.
El ataque ocurrió un día después de la visita a Afganistán, precisamente a la base de Kapisa, del presidente francés Nicolás Sarkozy, donde anunció que un cuarto de los militares de su país dejarán este teritorio a partir del 2012.
Mientras, en Kandahar y a pesar de extremas medidas de seguridad, dos bombas explotaron en las cercanías del lugar donde se efectuaba una ceremonia fúnebre a Ahmed Wali Karzai, hermanastro del presidente Hamid Karzai.
El mandatario afgano concurrió al sitio que fue tomado por la guardia presidencial, a la vez que soldados y policías de su régimen se limitaban a las áreas exteriores de la ciudad de Kandahar.
Wali Karzai murió el martes último tras los disparos de uno de sus guardias de seguridad, definido por la insurgencia como un infiltrado cuya principal misión fue esa acción.
En Kabul, medios de prensa se hicieron eco de un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el cual prevé que entre dos y tres millones de afganos requieren de ayuda urgente.
De acuerdo con el documento, el gobierno informó que en este año la cosecha de trigo se reducirá un 28 por ciento debido a la intensa sequía y la inseguridad en las labores agrícolas.
El PMA añadió que la difícil situación económica en Afganistán provoca que no menos de 10 millones de personas- casi dos tercios de la población total,-viven en permanente inseguridad alimentaria y social.
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