El Bulli cierra sus puerta como restaurante para transformarse en fundación y lo hará con una fiesta privada que servirá para homenajear a todo el equipo de chefs que han pasado por el establecimiento y han formado parte de la revolución gastronómica mundial.
La celebración, únicamente para el personal y amigos más cercanos de El Bulli, ha sido uno de los secretos mejor guardados del restaurante, que siempre comparte sus recetas y técnicas, pero que en esta ocasión ha querido mantener el misterio y sobre todo la sorpresa hasta último hora.
El equipo de cocina del último servicio será de excepción: René Redzepi (número uno del mundo según la revista Restaurant), Joan Roca (número dos), Andoni Luis Aduriz (número tres), Massimo Bottura (número cuatro), José Andrés, recientemente reconocido como el chef más sobresaliente de EEUU y Grant Achatz, sexto del mundo.
Estos chefs invitados estarán en la cena junto a la plantilla fija del restaurante: los jefes de cocina Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, los jefes de partida y los más de cuarenta 'stagiaires' que con su esfuerzo han sido parte fundamental del éxito.
Durante la mañana, Ferran Adrià y Juli Soler, han dado la bienvenida a la BulliFoundation rodeados de los principales cocineros del mundo, todos ellos alumnos o trabajadores del conocido restaurante de la Cala Montjoi de Roses, el mejor del mundo durante cinco años y con tres estrellas MichelinEntre ellos ha estado René Redzepi, cuyo Noma de Copenhague acaba de ser nombrado primer restaurante del mundo sucediendo a El Bulli.
"Hoy podía ser un día muy triste pero estamos muy contentos porque esto continúa", ha asegurado Adrià ante una multitud de periodistas. Y es que en su opinión, "El Bulli era una monstruo que tenía que domarse y transformarse" y de ahí el nacimiento de la fundación.
Una vez funcione la fundación, el día a día será ir creando, colgar diariamente en Internet las creaciones, y a veces recibir visitas concertadas de creativos de todo tipo, escolares y alumnos de academias de cocina, además de participar en proyectos solidarios.
Se han escrito miles de líneas sobre el inminente cierre del que, ya sea dentro o fuera de las clasificaciones gastronómicas, es el restaurante más famoso de la historia, y el primero del mundo que decide metamorfosearse en la que quiere ser la fundación de investigación y creatividad culinaria más innovadora y sostenible de la historia.
Una cena para privilegiados
Este sábado sobre las 18.00 horas -una hora y media antes de lo habitual- ha dado comienzo el último servicio del restaurante El Bulli, al que están invitados unos cincuenta privilegiados, todos ellos "amigos y familiares" de Adrià, según ha confirmado el propio chef.
Para esta última noche, el pastelero Christian Escribà ha preparado un "pastel conceptual", y sólo ha concretado que cada invitado escribirá un deseo en una estrella, y todas las estrellas irán al cielo. El acto de la mañana estuvo presidido por un enorme 'bulldog' de merengue de 1,80 x 1,50 metros, también elaborado por Escribà y hecho con hasta seis azúcares distintos.
Para comenzar, los 50 invitados "especiales" han probado una versión de su Martini seco - una burbuja de aceituna reconstituida colocada sobre la lengua y sobre la cual se vaporiza ginebra y el vermut. Luego, por las mesas discurrieron medio centenar de platos como raviolis al pistacho, croquetas líquidas de pollo, pétalos de rosa al jamón adobados al zumo de melón...
Adrià, con el perro de azúcar. Reuters
Culminará esta fiesta gastronómica con una fiesta íntima, con campanadas incorporadas como en fin de año, en la que en lugar de uvas se comerán pedazos de un enorme pastel sorpresa, para celebrar que a partir de las 00.01 horas del 31 de julio comienza su andadura El Bulli Foundation.
Adrià explica que llegar a "este sueño" que será la fundación, ha sido posible gracias a los chefs que han pasado por El Bulli y que a partir de ahora serán los encargados de mantener eternamente vivo el espíritu de este restaurante ya mítico.
Los grandes que han pasado por El Bulli
No hay que olvidar que en El Bulli han trabajado Redzepi (número uno del mundo según la revista Restaurant), Joan Roca (número dos), Andoni Luis Aduriz (número tres) y Massimo Bottura (número cuatro), entre otros.
Rodeado de sus mejores amigos, Adrià ha explicado que El Bulli nunca ha celebrado una fiesta, a excepción de este sábado, y lo ha hecho acompañado de lo que él mismo define como "el espíritu de El Bulli", todos los jefes de cocina.
Un emocionado Adrià ha querido repasar, uno por uno, el paso de todos los cocineros por el taller del restaurante: ha definido a Carlos Abellán como "el gamberro"; de Christian Abellán ha dicho que era su mejor amigo y la única persona que todavía le sorprende.
El chef también ha tenido palabras de elogio para Redzepi, y ha asegurado que ver como se convertía en el jefe del mejor restaurante del mundo le hizo sentir tan orgulloso como si lo hubiera ganado él mismo.
Redzepi ha afirmado que en su primera cena en El Bulli "plantó una semilla" que creció hasta convertirse en el Noma, basándose en la "libertad y el espíritu" que le trasmitió su paso por el restaurante.
El chef del segundo mejor restaurante del mundo, Joan Roca, de El Celler de Can Roca, también pasó por la cocina de El Bulli, solamente un año, pero le sirvió lo suficiente como para cambiar su perspectiva profesional, ya que todos los cocineros "estaban comprometidos en hacer algo distinto y han cambiado la cocina del mundo".
Por eso este 30 de julio Adrià quiere rendir homenaje y escribir a fuego en las páginas de la cocina universal los nombres de todos los que han participado en la revolución gastronómica engendrada en los fogones de El Bulli.
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