Madrid, 25 jun (PL) Unos 80 integrantes del Movimiento reivindicativo español 15-M en Cataluña iniciaron hoy en Barcelona un recorrido de 652 kilómetros hasta Madrid, donde el próximo 23 de julio confluirán con otras cinco marchas similares.
Al día siguiente, los Indignados, como también se conoce a esta espontánea movilización que el pasado 15 de mayo se propagó por toda España para protestar contra los políticos y banqueros, realizarán un gran acto en la madrileña Puerta del Sol, sitio alegórico del 15-M.
El objetivo de estas peregrinaciones -esta semana partieron las de Valencia y Cádiz y en los días sucesivos saldrán las restantes- es demostrar que el Movimiento 15-M sigue vivo, tras su nacimiento hace más de un mes en las redes sociales de Internet.
Los Indignados catalanes, que recorrerán 21 kilómetros diarios, tienen la intención de pasar por 29 ciudades y pueblos, en lo que es un paso más para expresar su hartazgo por la manera en que los políticos han conducido la crisis económica.
Advirtieron que la iniciativa debe medirse de manera cualitativa y no cuantitativa, porque se trata de algo simbólico, cuyo fin es compartir el espíritu crítico que caracteriza a esta plataforma popular contra el sistema político y económico imperante en España.
Cientos de simpatizantes del 15-M, llamado así por las grandes manifestaciones del 15 de mayo último, se congregaron el pasado miércoles frente al Congreso de los Diputados para rechazar la reforma de la negociación colectiva, que busca abaratar los despidos.
Según denunciaron, esa propuesta favorecerá la flexibilidad interna con la que las empresas podrán modificar más fácilmente las ya penosas condiciones laborales en esta nación ibérica, con casi cinco millones de desempleados y un 45 por ciento de paro juvenil.
Los manifestantes exhibieron carteles en los que se leían lemas como Tu botín, mi crisis, Llenan su bolsa vaciando bolsillos, No es crisis, es estafa o Europacto, eurodesfalco, esta última en alusión al Pacto por el Euro de la Unión Europea (UE).
Precisamente, el eje de las protestas del pasado domingo, en las que participaron más de 200 mil personas, fue el rechazo a ese acuerdo de la UE, sancionado en marzo último y que establece severos recortes del gasto público para reducir el déficit fiscal.
Al día siguiente, los Indignados, como también se conoce a esta espontánea movilización que el pasado 15 de mayo se propagó por toda España para protestar contra los políticos y banqueros, realizarán un gran acto en la madrileña Puerta del Sol, sitio alegórico del 15-M.
El objetivo de estas peregrinaciones -esta semana partieron las de Valencia y Cádiz y en los días sucesivos saldrán las restantes- es demostrar que el Movimiento 15-M sigue vivo, tras su nacimiento hace más de un mes en las redes sociales de Internet.
Los Indignados catalanes, que recorrerán 21 kilómetros diarios, tienen la intención de pasar por 29 ciudades y pueblos, en lo que es un paso más para expresar su hartazgo por la manera en que los políticos han conducido la crisis económica.
Advirtieron que la iniciativa debe medirse de manera cualitativa y no cuantitativa, porque se trata de algo simbólico, cuyo fin es compartir el espíritu crítico que caracteriza a esta plataforma popular contra el sistema político y económico imperante en España.
Cientos de simpatizantes del 15-M, llamado así por las grandes manifestaciones del 15 de mayo último, se congregaron el pasado miércoles frente al Congreso de los Diputados para rechazar la reforma de la negociación colectiva, que busca abaratar los despidos.
Según denunciaron, esa propuesta favorecerá la flexibilidad interna con la que las empresas podrán modificar más fácilmente las ya penosas condiciones laborales en esta nación ibérica, con casi cinco millones de desempleados y un 45 por ciento de paro juvenil.
Los manifestantes exhibieron carteles en los que se leían lemas como Tu botín, mi crisis, Llenan su bolsa vaciando bolsillos, No es crisis, es estafa o Europacto, eurodesfalco, esta última en alusión al Pacto por el Euro de la Unión Europea (UE).
Precisamente, el eje de las protestas del pasado domingo, en las que participaron más de 200 mil personas, fue el rechazo a ese acuerdo de la UE, sancionado en marzo último y que establece severos recortes del gasto público para reducir el déficit fiscal.
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