En un comentario de su blog Haciendo las cosas mal, el escritor Ernesto Pérez Castillo desmiente a la afamada bloguera cubana Yoani Sánchez. Tras unos simples cálculos matemáticos, cuyo dato básico toma del propio blog GeneraciónY, afirma que esta señora se ha gastado 5.509 CUC sólo en mensajes de twitter (6.373 dólares/4.453 euros) en tanto que confiesa, por la misma vía, debatirse en la agonía de no hallar comida para el día en curso. Ha confirmado ella además, mediante una grabación audiovisual, que su blog “no da dinero”, sino que le “exige gastar dinero”.
Es de suponer que estas declaraciones estén dirigidas a aquellos que se han quedado con las grandes partidas de los presupuestos que la USAID designa para la subversión en Cuba, pues se sabe que solo los premios recibidos desde 2008, apenas transcurriera un año de fundado el blog, han llegado a reportarle la cifra de 50.000 USD. Deben sumarse los derechos de autor por las publicaciones impresas que recogen sus insípidos posts, honorarios por entrevistas y otras colaboraciones que de su fabricada popularidad derivan. Y dejar de fondo, fuera de contabilidad, otros ingresos posibles que no se han hecho oficialmente públicos.
No ha lanzado entonces su advertencia tanto con el objetivo de contrarrestar las acusaciones que se le dirigen por recibir dinero, como con la intención de tocarle la campana a los intermediarios de la USAID. Recientemente, Ileana Ros-Lehtinen, republicana que encabeza el Comité de Asuntos Exteriores de la cámara baja y furibunda partidaria de todas las causas injerencistas que desde los EEUU se promuevan, se ha visto en la necesidad de ofrecer un informe al Congreso estadounidense sobre el uso de los fondos que dedican a “democratizar Cuba” (según sus normas de democratización neoliberal injerencista, desde luego.) Los 20 millones que se habían puesto en órbita para la próxima temporada subversiva, fueron temporalmente bloqueados por el senador demócrata John Kerry, culpándolos por el encarcelamiento del contratista Alan Gross, a quien le encargaran introducir tecnología ilegal en Cuba para fomentar el derrocamiento del sistema constitucional. El pánico de la reducción presupuestaria encolerizó a Ros-Lehtinen y la llevó a defenderse con un par de frases que bien pudiera intercambiar con la afamada bloguera cubana: Gross no era más que “un ciudadano estadounidense que estaba ayudando al pueblo cubano a vencer la censura de la dictadura”. Por tanto, el senador Kerry era incapaz de comprender “la naturaleza brutal de la tiranía de La Habana”. [elnuevoherald.com/2011/06/10/]
Como debía esperarse, el informe fue presentado y se les hizo necesario señalar que estaban “dando mayor énfasis a apoyar a los cubanos directamente en la isla”. [http://alongthemalecon.blogspot.com/2011/06/] O sea, que de algún modo se acepta que las jugosas partidas presupuestarias de años anteriores se habían quedado, en efecto, fuera de la Isla. De ahí el flujo de manipulación informativa y terrorismo mediático que brota en cada nueva construcción de sucesos en el interior del país.
Algo habrá que esperar, de cualquier modo; al menos unas primeras untadas en forma de remesa, de apoyo a la sufrida sociedad civil. Y aquí se ve el detalle y asoma el costurón: la afamada bloguera se lamenta de su vertiginosa pobreza por causa de su blog, el cual, ha dicho con la misma seriedad con que informó de su paliza por agentes cubanos, “le exige gastar dinero”. A fin de cuentas, la sociedad civil que el programa de la USAID apoya no pasa de unos pocos pensionados, entre los cuales ella sobresale. A escuchar bien, distribuidores del billete para la subversión en Cuba: necesita, sin más, que en esos paqueticos que a través de la SINA son distribuidos, le lleguen sus remesas, objetivo que la propia Ros-Lehtinen expone entre sus renovaciones. ¡Y compradores de obras, cómo no!
Desde los años cincuenta, la CIA controló innumerables revistas, Organizaciones No Gubernamentales y Fundaciones tapaderas de la Guerra Fría contra el sistema socialista europeo. Terroristas públicos como el fallecido Orlando Bosch, o el increíblemente absuelto y hasta glorificado Luis Posada Carriles, han lavado sus ingresos a través de pintadas que se mercan como obras de arte, método que Yoani ha decidido asumir en este 2011. Su blog, que tanto gasto “le exige”, no es sino una evidente tapadera y, por lo ya declarado, requiere mejor engrase financiero.
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