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domingo, 22 de mayo de 2011

Las grandes operadoras de telefonía, preocupadas por la fuga de clientes

Aunque siguen siendo los amos del mercado de las telecomunicaciones en España, los últimos datos de portabilidad móvil les ha producido a las grandes operadoras un fuerte escalofrío como poco.

Movistar y Vodafone registraron en marzo un saldo negativo de 54.566 y 35.588 líneas cada uno en un mes en el que se registró un récord absoluto de portabilidad móvil, con 526.500 usuarios que cambiaron de operador, según datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. En el polo opuesto se encuentra Yoigo, que gana 52.221 líneas, y los operadores virtuales, que son los grandes beneficiarios del caudaloso trasvase de clientes.

Y es que los grandes operadores de telefonía empiezan a estar preocupados. Fuentes conocedoras del mercado de las telecomunicaciones aseguran que el mercado está saturado (hay 1,2 líneas por habitante en España), por lo que el único modo de crecer que tiene una operadora es quitándole cuota de mercado al resto de compañías.

Un mercado muy competitivo

En los últimos años, la fuerte competencia existente entre los operadores ha aumentado la sensibilidad del cliente hacia el precio de las tarifas. La culpa, además de la crisis económica, la tienen los operadores virtuales -utilizan la infraestructura de los operadores de red para prestar sus servicios- y Yoigo, que aunque no es virtual, ejerce igualmente una fuerte presión a la baja en los precios de las tarifas.

Pese a la fuerza creciente con que estas compañías han irrumpido en el mercado, la telefonía móvil en España sigue liderada por los grandes operadores. En abril, Movistar mantuvo su liderazgo con un 41,37% de cuota de mercado, seguida por Vodafone (28,8%) Orange (20,25%) y Yoigo (4,48%). El conjunto de operadores móviles virtuales apenas representa el 5,1%, pero su presencia va a más y tiende a equipararse con algunos mercados europeos donde alcanza una media del 10%.

Dificultades en el mercado nacional

El mercado español dejó de ser hace tiempo la 'joya de la corona' de Telefónica. Sus últimos resultados empresariales aportan una caída del beneficio neto de un 1,9% en el primer trimestre de 2011 hasta los 1.624 millones de euros. Las ventas en Latinoamérica, un 26% más, y en Europa, un 8,4% más, compensaron la caída del 5,6% de los ingresos en España.

Para el gigante español de telecomunicaciones, la presión que sufre por parte de compañías más pequeñas va más allá de la telefonía móvil. Así, la firma presidida por César Alierta ha decidido descentralizar la gestión en España con la creación de cinco direcciones territoriales tras sus malos resultados.

Con ello pretende hacer frente al auge de los operadores de cable regionales, como Euskaltel, Telecable (Asturias) o R (Galicia) e impulsar los ingresos, que en el primer trimestre del año cayeron un 5,6%, hasta los 4.372 millones de euros.

Vodafone también se ha visto obligado a modificar su estrategia ante las dificultades por las que atraviesa el mercado español. En sus últimos resultados empresariales, la operadora británica reconoció haber sufrido "presiones económicas" en España que han intensificado la competencia y han provocado que los ingresos caigan un 6,9% en el país. A nivel global, ha ganado un 7,8% menos debido al deterioro en 3.387 millones de su valor en España.

Cambios para recuperar terreno

Según fuentes del sector, a las grandes compañías les llega el momento de tomar medidas si quieren cortar la fuga de clientes. En el caso de Vodafone, donde afirman sentirse preocupados por los datos de portabilidad de marzo, reconocen que "han perdido la batalla" en las portabilidades de prepago ante los nuevos operadores móviles, por lo que han empezado a mejorar las condiciones de forma automática a cuatro millones de clientes.

Desde la compañía del color rojo admiten que el problema no es que caiga el número de clientes -pese a los últimos datos, crece un 3% interanual en número de usuarios y tráfico-, sino la fuerte caída del precio por minuto de la llamada. Ante este panorama, su estrategia pasa por dos frentes: intentar que no se escapen más clientes y captar nuevas altas con precios que, si bien no son los más baratos, pretenden que sean los más competitivos.

Fuentes de Movistar afirman que a los operadores pequeños les resulta más fácil crecer que a los que ya están consolidados. Aunque ningún operador virtual ha conseguido cifras de negocio relevantes, su orientación hacia precios baratos ha encajado bien en un momento de mercado como el de la actual crisis.

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