Trípoli, 11 abr (PL) La delegación de la Unión Africana (UA) que negocia una solución política a la crisis libia continúa hoy su gestión en Benghazi con la jefatura rebelde, mientras la OTAN intensificó sus bombardeos letales contra posiciones gubernamentales.
Los mediadores africanos se reunieron este domingo con el líder libio, Muamar el Gadafi, en esta capital, y le propusieron un manejo incluyente del período de transición, idea que pretenden exponer a dirigentes del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT).
Según reseñaron medios informativos locales, los mandatarios de Suráfrica, Mauritania, Mali, República del Congo y Uganda se interesaron en poner en práctica "reformas políticas necesarias para eliminar las causas de la presente crisis" y aplacar la rebelión iniciada el 15 de febrero pasado.
La misión de la UA subrayó su llamado a un "cese inmediato de todas las hostilidades" y propuso, a tono con una demanda de la Unión Europea (UE), una hoja de ruta que se adoptó en marzo último instando a una "conducción diligente de la ayuda humanitaria".
Igualmente, la iniciativa abogó por el diálogo entre las partes y, a diferencia de las presiones de la UE para la salida de El Gadafi, pidió se tomen en cuenta "las legítimas aspiraciones del pueblo libio para la democracia, reforma política, justicia, paz y seguridad".
El CNT ha rechazado otras ofertas previas del gobierno de Trípoli para poner fin al contencioso que ha causado numerosos muertos y heridos, y destruido gran parte de la infraestructura civil y militar de esta nación norafricana, según denuncias de las autoridades.
A pesar de la misión pacificadora, los aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantuvieron hoy los bombardeos y el asedio a posiciones gubernamentales en Misratah y Ajdabiya, como hicieron este domingo mientras El Gadafi recibía a sus colegas africanos.
Datos de la alianza atlántica refirieron la destrucción ayer de 25 tanques del Ejército gubernamental libio, 14 en las afueras de Misratah, al este de Trípoli, pero en la zona oeste del país, y 11 cuando se dirigían hacia Ajdabiya, en la zona oriental.
Sin embargo, partes militares de los insurrectos aseguraron haber forzado, con ayuda de los intensos ataques de la OTAN, el repliegue de la artillería y la infantería regular en enfrentamientos que causaron la muerte a 10 rebeldes y a 11 soldados leales al líder en Ajdabiya.
Los mediadores africanos se reunieron este domingo con el líder libio, Muamar el Gadafi, en esta capital, y le propusieron un manejo incluyente del período de transición, idea que pretenden exponer a dirigentes del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT).
Según reseñaron medios informativos locales, los mandatarios de Suráfrica, Mauritania, Mali, República del Congo y Uganda se interesaron en poner en práctica "reformas políticas necesarias para eliminar las causas de la presente crisis" y aplacar la rebelión iniciada el 15 de febrero pasado.
La misión de la UA subrayó su llamado a un "cese inmediato de todas las hostilidades" y propuso, a tono con una demanda de la Unión Europea (UE), una hoja de ruta que se adoptó en marzo último instando a una "conducción diligente de la ayuda humanitaria".
Igualmente, la iniciativa abogó por el diálogo entre las partes y, a diferencia de las presiones de la UE para la salida de El Gadafi, pidió se tomen en cuenta "las legítimas aspiraciones del pueblo libio para la democracia, reforma política, justicia, paz y seguridad".
El CNT ha rechazado otras ofertas previas del gobierno de Trípoli para poner fin al contencioso que ha causado numerosos muertos y heridos, y destruido gran parte de la infraestructura civil y militar de esta nación norafricana, según denuncias de las autoridades.
A pesar de la misión pacificadora, los aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantuvieron hoy los bombardeos y el asedio a posiciones gubernamentales en Misratah y Ajdabiya, como hicieron este domingo mientras El Gadafi recibía a sus colegas africanos.
Datos de la alianza atlántica refirieron la destrucción ayer de 25 tanques del Ejército gubernamental libio, 14 en las afueras de Misratah, al este de Trípoli, pero en la zona oeste del país, y 11 cuando se dirigían hacia Ajdabiya, en la zona oriental.
Sin embargo, partes militares de los insurrectos aseguraron haber forzado, con ayuda de los intensos ataques de la OTAN, el repliegue de la artillería y la infantería regular en enfrentamientos que causaron la muerte a 10 rebeldes y a 11 soldados leales al líder en Ajdabiya.
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