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lunes, 11 de abril de 2011

Camboya, en busca del extranjero ideal para sus mujeres


Menor de 50 años y con un salario superior a 2.500 dólares al mes son, a partir de ahora, los requisitos mínimos que debe cumplir cualquier hombre extranjero que pretenda casarse con una mujer camboyana.

El Ministerio de Asuntos Extranjeros ha enviado una orden a la Oficina de Matrimonios Internacionales para que rechace a cualquier pretendiente forastero que no cumpla con alguno de estos dos requisitos en una medida que pretende evitar el tráfico de personas y garantizar que el enlace es "honesto".

"Queremos evitar los matrimonios falsos que llevan al tráfico y a la explotación de las mujeres camboyanas", asegura a Efe Chou Bun Eng, secretaria de Estado del Ministerio del Interior y responsable de la citada Oficina.

Los dos requisitos son además los primeros de una lista que el gobierno camboyano prevé ampliar en el caso de que las medidas tomadas no tengan los resultados deseados. "Estamos probando, intentando ver qué podemos hacer para terminar con el tráfico de personas, pero es posible que se añadan nuevos criterios", continúa la secretaria de Estado.

Bodas 'sin posibilidades'

Vincent Broustet llevaba un tiempo pensando en casarse con su pareja, una camboyana dos décadas más joven que él, que ha sido su compañera durante los últimos cuatro años. "Nosotros hacemos una vida juntos y quería que ella pudiera heredar todo en caso de que a mí me pasara algo", asegura entre las pinturas que le sirven para obtener su principal fuente de ingresos.

Vincent sabe que tiene pocas posibilidades de poder casarse ya que está a punto de cumplir 50 años y sus lienzos casi nunca le reportan grandes cantidades de dinero al mes. "Quieren defender a las mujeres pero las están denigrando. Las venden sólo al mejor postor, al que más dinero tiene", afirma el artista francés quien añade que la cifra requerida es "ridícula" en un país donde el salario medio es de 50 dólares mensuales.

Sarim, una joven camboyana de 23 años, tampoco cree que la estén protegiendo con una medida "que no entiende de relaciones" sino de imponer restricciones "sin sentido". Su piel es de color chocolate muy oscuro, lo que le ha ocasionado problemas para encontrar pareja, en un país donde la belleza se asocia con la tez pálida.

Desde hace casi un año sale, sin embargo, con un hombre suizo que no la ha menospreciado por su color de piel y con quien quiere casarse algún día. "Nosotras tenemos derecho a decidir con quién queremos estar. Sabemos lo que hacemos", asegura la joven perdiendo su enorme sonrisa por un momento.

En busca del candidato ideal

Su novio, Buzz, de 42 años, se muestra menos preocupado ya que su bar le da dinero suficiente como para entrar dentro del perfil de candidato ideal, pero no está de acuerdo con la medida. "Es una discriminación. Están diciendo que todos los extranjeros somos malos sólo porque algunos lo han sido", asegura este suizo que llegó a Camboya hace un año y medio.

Con este singular proceso de selección el Gobierno camboyano pretende evitar escándalos como el que ocurrió en 2008, cuando varias denuncias por maltratos pusieron al descubierto una red de tráfico que envió a decenas de jóvenes camboyanas a contraer matrimonio en Corea del Sur.

La nueva ley no afectará, sin embargo, a las mujeres extranjeras que deseen casarse con hombres camboyanos ni a los matrimonios que se materialicen fuera de las fronteras del país asiático.

En 2008 el gobierno camboyano aprobó una moratoria sobre los matrimonios internacionales que levantó ocho meses después, mientras que en febrero de 2010 prohibió de forma temporal los matrimonios con hombres procedentes de Corea del Sur.

Menor de 50 años y con un salario superior a 2.500 dólares al mes son, a partir de ahora, los requisitos mínimos que debe cumplir cualquier hombre extranjero que pretenda casarse con una mujer camboyana.

El Ministerio de Asuntos Extranjeros ha enviado una orden a la Oficina de Matrimonios Internacionales para que rechace a cualquier pretendiente forastero que no cumpla con alguno de estos dos requisitos en una medida que pretende evitar el tráfico de personas y garantizar que el enlace es "honesto".

"Queremos evitar los matrimonios falsos que llevan al tráfico y a la explotación de las mujeres camboyanas", asegura a Efe Chou Bun Eng, secretaria de Estado del Ministerio del Interior y responsable de la citada Oficina.

Los dos requisitos son además los primeros de una lista que el gobierno camboyano prevé ampliar en el caso de que las medidas tomadas no tengan los resultados deseados. "Estamos probando, intentando ver qué podemos hacer para terminar con el tráfico de personas, pero es posible que se añadan nuevos criterios", continúa la secretaria de Estado.

Bodas 'sin posibilidades'

Vincent Broustet llevaba un tiempo pensando en casarse con su pareja, una camboyana dos décadas más joven que él, que ha sido su compañera durante los últimos cuatro años. "Nosotros hacemos una vida juntos y quería que ella pudiera heredar todo en caso de que a mí me pasara algo", asegura entre las pinturas que le sirven para obtener su principal fuente de ingresos.

Vincent sabe que tiene pocas posibilidades de poder casarse ya que está a punto de cumplir 50 años y sus lienzos casi nunca le reportan grandes cantidades de dinero al mes. "Quieren defender a las mujeres pero las están denigrando. Las venden sólo al mejor postor, al que más dinero tiene", afirma el artista francés quien añade que la cifra requerida es "ridícula" en un país donde el salario medio es de 50 dólares mensuales.

Sarim, una joven camboyana de 23 años, tampoco cree que la estén protegiendo con una medida "que no entiende de relaciones" sino de imponer restricciones "sin sentido". Su piel es de color chocolate muy oscuro, lo que le ha ocasionado problemas para encontrar pareja, en un país donde la belleza se asocia con la tez pálida.

Desde hace casi un año sale, sin embargo, con un hombre suizo que no la ha menospreciado por su color de piel y con quien quiere casarse algún día. "Nosotras tenemos derecho a decidir con quién queremos estar. Sabemos lo que hacemos", asegura la joven perdiendo su enorme sonrisa por un momento.

En busca del candidato ideal

Su novio, Buzz, de 42 años, se muestra menos preocupado ya que su bar le da dinero suficiente como para entrar dentro del perfil de candidato ideal, pero no está de acuerdo con la medida. "Es una discriminación. Están diciendo que todos los extranjeros somos malos sólo porque algunos lo han sido", asegura este suizo que llegó a Camboya hace un año y medio.

Con este singular proceso de selección el Gobierno camboyano pretende evitar escándalos como el que ocurrió en 2008, cuando varias denuncias por maltratos pusieron al descubierto una red de tráfico que envió a decenas de jóvenes camboyanas a contraer matrimonio en Corea del Sur.

La nueva ley no afectará, sin embargo, a las mujeres extranjeras que deseen casarse con hombres camboyanos ni a los matrimonios que se materialicen fuera de las fronteras del país asiático.

En 2008 el gobierno camboyano aprobó una moratoria sobre los matrimonios internacionales que levantó ocho meses después, mientras que en febrero de 2010 prohibió de forma temporal los matrimonios con hombres procedentes de Corea del Sur.

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