Ammán, 26 mar (PL) Fuerzas de seguridad continuaban hoy en alerta en esta capital y otras regiones de Jordania en previsión de más manifestaciones antigubernamentales, después que dos personas murieron el viernes durante la represión contra las protestas.
Grupos de personas críticos con el Gobierno y que demandan reducir los poderes del rey Abdulah II se concentraron este sábado en algunos puntos de Ammán, pero hasta el mediodía no se habían registrado incidentes violentos como los del viernes.
El primer ministro jordano, Marouf Bakhit, calificó de "inaceptables" los enfrentamientos registrados ayer, que describió como el inicio de una sedición que debe ser frenada por las autoridades.
Mientras los inconformes aseguraron que los disparos de la policía provocaron dos muertos, el Ejecutivo aseguró que los choques de ayer dejaron como saldo sólo una víctima mortal y más de 100 heridos, incluidos policías apedreados por los que exigen reformas democráticas.
Los encontronazos callejeros fueron protagonizados después de los rezos islámicos por activistas que exigieron reformas democráticas y cambios constitucionales, de un lado, y simpatizantes del Ejecutivo y la monarquía encabezada por Abdulah II, del otro.
El ambiente de tensión fue palpable desde el jueves cuando medios locales reportaron unos 50 heridos en trifulcas generadas cuando partidarios del Gobierno intentaron desalojar la plaza Gamal Abdul Nasser de Ammán donde opositores acamparon en señal de protesta.
Los activistas, unos dos mil jóvenes de distintos movimientos sociales y políticos, se instalaron allí y descartaron moverse hasta constatar que serían atendidas sus demandas de cambios estructurales, en particular la instauración de una monarquía constitucional.
Unos 200 seguidores gubernamentales lanzaron piedras contra los acampados que se declararon insatisfechos por la corrupción, la falta de libertades y los poderes excesivos de la familia real.
Las fuerzas de seguridad removieron una barrera que separaba a ambos bandos y utilizaron chorros de agua, gases lacrimógenos y bastones para reducir a los insubordinados, causando la muerte de dos personas, además de arrestar a varias decenas.
Según la agencia oficial de noticias Petra, más de 25 mil jóvenes de ambos sexos autodefinidos como "jordanos de todos los orígenes" también organizaron una marcha en el parque capitalino Al Hussein llamada "Nidaa Al Watan (Llamada de la Patria) para mostrar lealtad al rey.
Los simpatizantes -que tuvieron movilizaciones similares en ciudades como Aqaba y Shuna Sur, consideraron necesario emprender cambios, pero defendieron al monarca como único garante de la estabilidad, las reformas y el desarrollo de esta nación árabe.
Grupos de personas críticos con el Gobierno y que demandan reducir los poderes del rey Abdulah II se concentraron este sábado en algunos puntos de Ammán, pero hasta el mediodía no se habían registrado incidentes violentos como los del viernes.
El primer ministro jordano, Marouf Bakhit, calificó de "inaceptables" los enfrentamientos registrados ayer, que describió como el inicio de una sedición que debe ser frenada por las autoridades.
Mientras los inconformes aseguraron que los disparos de la policía provocaron dos muertos, el Ejecutivo aseguró que los choques de ayer dejaron como saldo sólo una víctima mortal y más de 100 heridos, incluidos policías apedreados por los que exigen reformas democráticas.
Los encontronazos callejeros fueron protagonizados después de los rezos islámicos por activistas que exigieron reformas democráticas y cambios constitucionales, de un lado, y simpatizantes del Ejecutivo y la monarquía encabezada por Abdulah II, del otro.
El ambiente de tensión fue palpable desde el jueves cuando medios locales reportaron unos 50 heridos en trifulcas generadas cuando partidarios del Gobierno intentaron desalojar la plaza Gamal Abdul Nasser de Ammán donde opositores acamparon en señal de protesta.
Los activistas, unos dos mil jóvenes de distintos movimientos sociales y políticos, se instalaron allí y descartaron moverse hasta constatar que serían atendidas sus demandas de cambios estructurales, en particular la instauración de una monarquía constitucional.
Unos 200 seguidores gubernamentales lanzaron piedras contra los acampados que se declararon insatisfechos por la corrupción, la falta de libertades y los poderes excesivos de la familia real.
Las fuerzas de seguridad removieron una barrera que separaba a ambos bandos y utilizaron chorros de agua, gases lacrimógenos y bastones para reducir a los insubordinados, causando la muerte de dos personas, además de arrestar a varias decenas.
Según la agencia oficial de noticias Petra, más de 25 mil jóvenes de ambos sexos autodefinidos como "jordanos de todos los orígenes" también organizaron una marcha en el parque capitalino Al Hussein llamada "Nidaa Al Watan (Llamada de la Patria) para mostrar lealtad al rey.
Los simpatizantes -que tuvieron movilizaciones similares en ciudades como Aqaba y Shuna Sur, consideraron necesario emprender cambios, pero defendieron al monarca como único garante de la estabilidad, las reformas y el desarrollo de esta nación árabe.
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