Manama, 17 mar (PL) Fuerzas policiales y militares de Bahrein arrestaron hoy a líderes opositores, un día después de imponer el toque de queda y intensificar la represión contra manifestaciones callejeras chiitas, que causó al menos seis muertos.
Las detenciones se iniciaron a primeras horas de la madrugada de este jueves con allanamientos y registros en las casas de activistas y promotores de las movilizaciones en demanda de la renuncia del Gobierno y de reformas como la instauración de una monarquía constitucional.
Según testigos, entre los apresados está Hassan Mushaima, un dirigente chiita que regresó a esta pequeña isla del Golfo Pérsico en febrero desde su autoexilio en Gran Bretaña en virtud de que la monarquía bahrainí había retirado cargos de terrorismo en su contra.
También fue arrestado Ibrahim Sharif, jefe de la sociedad política Waad, un grupo laico opositor, aunque integrado básicamente por musulmanes sunnitas, y Abduljalil Al-Singace, líder del movimiento Haq.
Al-Singace estuvo encarcelado por motivos políticos desde agosto de 2010 hasta finales del mes pasado, también gracias a otra concesión de la familia real Al Khalifa en un intento por aplacar las masivas protestas de la mayoría chiita iniciadas el 14 de febrero.
La ola de detenciones de los jefes de la rebelión estuvo antecedida de violentos choques durante el desalojo de los activistas acampados en la plaza de La Perla de Manama y en inmediaciones del centro financiero, con saldo de tres opositores y tres policías muertos.
Opositores y médicos del hospital capitalino Salmaniya denunciaron que las autoridades dispararon con municiones reales, balas de caucho, golpearon con bastones, lanzaron chorros de agua y emplearon helicópteros para arrojar gases lacrimógenos y neuroparalizantes.
Parte del personal sanitario se quejó de prohibiciones de la policía para que accedieran en ambulancias a asistir a las víctimas y contabilizó más de mil heridos en los enfrentamientos.
El rey Hamad Bin Isa Al Khalifa impuso el toque de queda en varias zonas de Manama horas después de decretar el estado de emergencia apoyado por mil soldados de Arabia Saudita y unos 500 policías de los Emiratos Árabes Unidos, decisión que irritó más a la oposición.
Medios independientes afirmaron que en la isla bahrainí de Sitra se registraron fuertes choques, mientras la bolsa de valores de Manama sigue cerrada hasta nuevo aviso y se informó la renuncia de miembros de la cámara baja, un ministro y 12 jueces en protesta por la represión.
Las detenciones se iniciaron a primeras horas de la madrugada de este jueves con allanamientos y registros en las casas de activistas y promotores de las movilizaciones en demanda de la renuncia del Gobierno y de reformas como la instauración de una monarquía constitucional.
Según testigos, entre los apresados está Hassan Mushaima, un dirigente chiita que regresó a esta pequeña isla del Golfo Pérsico en febrero desde su autoexilio en Gran Bretaña en virtud de que la monarquía bahrainí había retirado cargos de terrorismo en su contra.
También fue arrestado Ibrahim Sharif, jefe de la sociedad política Waad, un grupo laico opositor, aunque integrado básicamente por musulmanes sunnitas, y Abduljalil Al-Singace, líder del movimiento Haq.
Al-Singace estuvo encarcelado por motivos políticos desde agosto de 2010 hasta finales del mes pasado, también gracias a otra concesión de la familia real Al Khalifa en un intento por aplacar las masivas protestas de la mayoría chiita iniciadas el 14 de febrero.
La ola de detenciones de los jefes de la rebelión estuvo antecedida de violentos choques durante el desalojo de los activistas acampados en la plaza de La Perla de Manama y en inmediaciones del centro financiero, con saldo de tres opositores y tres policías muertos.
Opositores y médicos del hospital capitalino Salmaniya denunciaron que las autoridades dispararon con municiones reales, balas de caucho, golpearon con bastones, lanzaron chorros de agua y emplearon helicópteros para arrojar gases lacrimógenos y neuroparalizantes.
Parte del personal sanitario se quejó de prohibiciones de la policía para que accedieran en ambulancias a asistir a las víctimas y contabilizó más de mil heridos en los enfrentamientos.
El rey Hamad Bin Isa Al Khalifa impuso el toque de queda en varias zonas de Manama horas después de decretar el estado de emergencia apoyado por mil soldados de Arabia Saudita y unos 500 policías de los Emiratos Árabes Unidos, decisión que irritó más a la oposición.
Medios independientes afirmaron que en la isla bahrainí de Sitra se registraron fuertes choques, mientras la bolsa de valores de Manama sigue cerrada hasta nuevo aviso y se informó la renuncia de miembros de la cámara baja, un ministro y 12 jueces en protesta por la represión.
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