Los cuatro estadounidenses secuestrados el pasado viernes por piratas somalíes habrían sido asesinados anoche por sus captores, según acaba de informar el Pentágono. El asesinato supone el mayor crimen cometido por los piratas somalíes desde que empezara hace un lustro su campaña de secuestros en el Océano Índico.
Pese a la existencia de casos de secuestros de occidentales anteriores, no es habitual que los corsarios asesinen a sangre fría a sus víctimas, por las que pueden llegar a embolsarse cifras de hasta un millón de dólares por su liberación.
El yate de los estadounidenses, cuatro jubilados que se dedicaban a dar la vuelta al mundo desde diciembre de 2004, fue abordado por los piratas somalíes el pasado viernes, frente a la costa de Omán, cuando se dirigían al Canal de Suez a través del Mar Rojo. Al parecer la embarcación fue dirigida hacia el puerto de Hobyo, en la costa sur de Somalia, inmediatamente después del secuestro.
Los propietarios de la embarcación, Jean y Scott Adam, navegaban a bordo de su yate Quest, junto a otra pareja, Phyllys Mackay y Rob Riggle, también retirados, y contaban su aventura en su página web (www.svquest.com). Su secuestro estaba siendo monitorizado desde el principio por la flota estadounidense, que mandó a cuatro buques de guerra desde su base en Bahréin.
Según ha informado la Marina estadounidense, anoche (hora local en Somalia), mientras las negociaciones estaban en curso para lograr la liberación de cuatro rehenes, los militares respondieron a los disparos que escucharon a bordo del Quest. Tras el tiroteo, los marines alcanzaron la embarcación y descubrieron que los cautivos habían sido ejecutados por sus captores. No queda claro cual fue la causa que motivó el asesinato de los cuatro cautivos.
Al parecer, dos piratas murieron durante el enfrentamiento y otros 13 fueron capturados con vida, que se sumaron a otros dos piratas que las fuerzas estadounidenses ya tenían bajo su custodia. En el registro del barco los militares estadounidenses encontraron los cadáveres de otros dos piratas que, según indicaron, habían muerto anteriormente. En total, se cree que 19 piratas estaban involucrados en el secuestro.
La Marina francesa intentó en abril de 2009 rescatar a los tres ciudadanos secuestrados. Uno de los cautivos murió a causa del fuego amigo, mientras que el resto fueron liberados.
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