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miércoles, 23 de febrero de 2011

Apoyo de terroristas a Posada Carriles



Nuevamente un grupo de contrarrevolucionarios con amplio pasado terrorista, se reunió el viernes 18 de febrero, en su antro mafioso conocido como el Big Five Club, para recaudar fondos con vistas a homenajear a quien se ha convertido en el principal paradigma de los criminales y terroristas radicados en Miami: Luis Posada Carriles. El escenario sirvió de marco para pasar el cepillo con la finalidad de pagar la actividad del equipo de la defensa del terrorista, encabezado por Arturo Hernández, testaferro legal de los mafiosos de Miami, quien pide altas sumas de dinero con vistas a mantener la farsa que se lleva a cabo en El Paso, Texas, contra su patibulario representado.

El centro, ubicado en la calle Ocho y la 92 Avenida, en Miami, se vistió de gala para este detestable evento patrocinado por Héctor Fabián y recibió el espaldarazo de políticos corruptos como el propio Julio Robaina, alcalde Hialeah. Sin bochorno alguno, Robaina declaró: “Es sumamente importante mandar un mensaje de unidad, que estamos apoyando a un héroe de nuestra patria”.(…) “Queremos estar aquí, unidos, para poder mandar un mensaje claro y directo de que esperamos que este juicio se acabe lo más rápido posible y que él pueda regresar como un hombre libre a nuestra comunidad”.

Aliado con la conocida organización terrorista Alpha 66, y contando un amplio dossier criminal, Héctor Fabián, esperaba, con frugal apetito, una masiva concurrencia y una pingüe recaudación de dinero, cuya tajada, en parte, iría a parar a sus propios bolsillos.

Nadie mejor que él, actualmente asociado a Santiago Álvarez Fernández Magriñá y Reinol Rodríguez en la organización de acciones violentas contra Cuba, para convocar a este nuevo suceso, repetido varias veces con anterioridad y con la misma finalidad. Nadie mejor que él, activo participante en la guerra mediática contra Cuba mediante el programa radial “La Séptima Provincia” y en el financiamiento de la actividad desestabilizadora y provocativa dentro de la Isla, desarrollada por minúsculas células quinta columnistas, para cantar laudos a favor de tan oscuro personaje, con el cual se involucró en el pasado en varios actos terroristas contra Cuba. También ha estado involucrado por estos tiempos en campañas para financiar la compra de celulares y para mantener su actividad, destinados a mercenarios dentro de la Isla.

Es este mismo connotado criminal, quien encabezó a la organización terrorista denominada Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) en el año 1962; es este el mismo provocador, quien fundó el Movimiento Insurreccional Martiano (MIN); es este el mismo macabro personaje quien apoyó a Santiago Álvarez en todo el plan para introducir subrepticiamente a Posada Carriles en Miami, violando descaradamente, en contubernio con el FBI y otras agencias norteamericanas, las leyes migratorias de EE UU; quien hoy defiende a su cómplice de fechorías. Empero, ha sido el propio Héctor Fabián quien se ha vinculado en la actividad anti bolivariana en Venezuela, a través de Nelly Rojas, antigua colaboradora de la DISIP venezolana durante la época en que Posada Carriles fungía como torturador y represor dentro de la misma, usando el seudónimo de “Comisario Basilio”. Tanto Rojas, como su esposo, estuvieron directamente vinculados a las actividades del CORU y a acciones como atentados terroristas contra sedes diplomáticas oficinas comerciales de Cuba en el exterior, así como la voladura del avión de Cubana de Aviación, en Barbados, en 1976. Ese sucio compadrazgo, lo vinculó al grupo de venezolanos y mafiosos de origen cubano, asociados a la Fundación Nacional Cubano Americana, en la planificación, organización y frustrada ejecución del magnicidio contra Fidel en Isla Margarita en el año 1997.

De esta manera, Héctor Francisco Alfonso Ruiz, alias Héctor Fabián, dedicado a estafar a incautos y a defender a ultranza a sus viejos socios de correrías, hace honor a su pasado terrorista, cuando se vinculó no solo al MRR y al MIN, como ya señalamos, sino también a otras criminales organizaciones como el Directorio Insurreccional Nacionalista, el Frente de Liberación Cubano y, posteriormente, a Poder Cubano, esta última dirigida por Orlando Bosch.

La impunidad de Héctor Fabián, comisor del delito de colocar bombas contra agencias de viajes a Cuba en la década de los setenta y sobre cuya actividad tienen pleno conocimiento la CIA, el FBI y la propia policía de Dade County, ha sido bochornosa. Esa misma impunidad le sirvió para enviar paquetes con explosivos contra sedes diplomáticas cubanas en México, Canadá, Argentina y Perú. Vive con total impunidad en su residencia ubicada en el 3020 SW 25 Terrace, en Miami, desde donde ha participado en más de ocho planes contra la vida de Fidel y ha organizado infiltraciones terroristas de saboteadores, como la ocurrida el 17 de septiembre de 1996, en la que fueron capturados Pedro Pablo Pulido Ortega y Noel Ramos, con un amplio arsenal de guerra y explosivos.

Su defensa a ultranza de Posada Carriles no es casual, como tampoco lo es su estrecho vínculo con Alpha 66 y con su actual líder, Reinol Rodríguez. Con frecuencia se le ha visto entrando a las oficinas de esta organización terrorista, ubicada en la calle Ocho del South West, entre las 22 y 23 avenidas, en Miami. Tampoco fue casual que en el evento de recaudación, realizado hace algunos días, declarara:“Tenemos que costear todo lo que es la defensa legal”, (….) “Nosotros nada más que somos lo que él tiene, pero no hay grandes recursos económicos de nadie que no seamos nosotros mismos, los cubanos, sus compañeros y amigos”.

Obviamente, esta cruzada a favor del terrorista Posada Carriles, capitaneada por sus cómplices de Miami, se suma a la labor complaciente de la jueza Cardone, a la caprichosa y dolosa actitud de la defensa, a la debilidad premeditada por parte de los fiscales, así como a la oscura confabulación de la Casa Blanca. Todos estos bochornosos sucesos y maniobras acentúan cada vez más el hecho de que este juicio, cuyas cortinas se reabrirán mañana, luego de una demora injustificada, será una nueva farsa.

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