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viernes, 1 de octubre de 2010

FF.AA. se subordinan al Presidente

El mensaje que el general Ernesto González envió al Ejecutivo y a la Asamblea era la señal que los militares esperaban para bajar la tensión en el Complejo Ministerial de La Recoleta.


“Solicitamos encarecidamente que la mencionada Ley (Orgánica de Servicio Público) sea revisada o dejada sin efecto para que el personal de servidores públicos, militares y policías, no se vean afectados en sus derechos”, dijo González, jefe del Comando Conjunto.


Su discurso, en rueda de prensa, pasadas las 14:00, no fue fortuito. Era seguido por los uniformados en las oficinas de las comandancias del Ejército, la Marina, la Aviación y el Comando Conjunto. Cuatro horas antes, esos militares habían manifestado inquietud por la derogatoria de las bonificaciones económicas por años de servicio.


Lo hicieron saber al ministro de Defensa Javier Ponce, quien, para aplacar los ánimos en La Recoleta, se vio forzado a improvisar una reunión extraordinaria en el patio central del Complejo Militar, cerca de las 10:00.


Allí, los militares pidieron al Ministro que no se tomaran represalias en su contra, por reclamar sus derechos, y exigieron que solicitara al presidente Rafael Correa la derogatoria de la reforma legal, para que se mantuvieran vigentes las condecoraciones. Ponce respondió que su mensaje sería enviado al Primer Mandatario y González se encargó de hacerlo público.


El Jefe del Comando Conjunto invitó a los policías a deponer las protestas. “Las FF.AA. son una institución subordinada al interés nacional y a la autoridad legal, legítimamente constituida, como es el Presidente de la República”, manifestó en la conferencia, acompañado por los comandantes de la Marina, Aland Molestina; de la Aviación, Leonardo Barreiro, y del Ejército, Patricio Cárdenas.


González resaltó que las FF.AA. cumplirían con el estado de excepción, decretado por el Gobierno pasadas las 13:00. Aseguró que las manifestaciones de la mañana habían sido “hechos aislados”.


Tras la reunión con Ponce, cerca de las 10:00, decenas de uniformados salieron del Complejo de La Recoleta y bloquearon el paso en la avenida Maldonado, en el centro sur de Quito.


Vestidos con traje de campaña, miembros de la Aviación, el Ejército y la Marina gritaron consignas. “Correa, escucha, la tropa está en la lucha”. “La tropa, unida, jamás será vencida”.


Los uniformados encendieron neumáticos y rociaron combustible sobre la calzada.

Estaban “indignados” por las palabras que minutos antes había propinado el Mandatario en el Regimiento Quito 1, en el norte. Allí, los policías, insubordinados por la eliminación de beneficios económicos, pidieron a Correa: “Deroga la Ley”. Él respondió que no daría “ni un paso atrás”.


La noticia de esa declaración llegó al patio de La Recoleta casi 10 minutos después y se regó como pólvora. Al extremo en que Ponce, quien todavía buscaba una solución con los uniformados y funcionarios civiles, quedó perplejo y replicó: “Hablaré con el Presidente de la República para entender la dimensión de sus declaraciones”.


Un uniformado dijo –tras conocer que Rafael Correa en su intervención en el Regimiento Quito 1 había sugerido que lo mataran, tras tironearse la camisa y la corbata- que no estaba de acuerdo con la intervención del Primer Mandatario. “Nosotros sí sabemos lo que es recibir un balazo en la frontera”, dijo.


El Ministro de Defensa descartó que estuvieran en marcha otras reformas legales, como a la cesantía militar en el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa).


Ponce admitió ante el improvisado foro que los únicos dos temas por resolver son el de las condecoraciones y el de la homologación salarial de capitanes, mayores, suboficiales primeros y suboficiales mayores, cuyos sueldos no han sido revisados desde el 2008. El Ministro aseguró que el Ministerio de Finanzas ya tiene los recursos para cubrir esta última demanda. Y, en torno a las condecoraciones, dijo que estas solo cambiarían de nombre, a ‘compensaciones’.


Por la tarde, González sostuvo que, “con excepción de algunas unidades como la de la Base Aérea de Quito y Latacunga, el 99% del personal está tranquilo, a la espera de cumplir el estado de excepción”. El Jefe del Comando Conjunto dijo que era prematuro hablar de sanciones.

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