El inmigrante, que se encuentra en el Centro de Internamiento de  Extranjeros (CIE) de Hoya Fría, se embarcó en un cayuco que partió de  Mauritania y que llegó por sus propios medios a las Islas. Moszy tiene  18 años es africano y albino . Ha llegado a Tenerife junto a otros 60  subsaharianos de distintas nacionalidades en un cayuco y ha pedido asilo  político porque, según el inmigrante, en su país es perseguido porque  su cuerpo es codiciado para utilizarlo en rituales de brujería.
El joven teme literalmente que se lo coman, ya que en África se cree que los albinos traen buena suerte. Se hacen rituales bárbaros; sus dedos son utilizados como amuletos y sus órganos se utilizan para elaborar el 'mutti', una bebida que ‘trae fortuna’.
La próxima semana el Comité Español de Ayuda al Refugiado va a tramitar el asilo. Moszy es el segundo albino que llega a Canarias desde que comenzó la inmigración clandestina a las islas hace 15 años.
  
El joven teme literalmente que se lo coman, ya que en África se cree que los albinos traen buena suerte. Se hacen rituales bárbaros; sus dedos son utilizados como amuletos y sus órganos se utilizan para elaborar el 'mutti', una bebida que ‘trae fortuna’.
La próxima semana el Comité Español de Ayuda al Refugiado va a tramitar el asilo. Moszy es el segundo albino que llega a Canarias desde que comenzó la inmigración clandestina a las islas hace 15 años.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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