La Dirección General de Aviación Civil prevé la anulación del 50% de los vuelos programados en el aeropuerto parisiense de Orly y del 40% en el Roissy Charles de Gaulle. Para el resto de aeropuertos franceses, están anulados el 40% de los vuelos. En el sector del ferrocarril, la estatal SNCF prevé que circulen la mitad de los trenes de alta velocidad (TGV), aunque el tráfico internacional hacia Reino Unido, Bélgica, Holanda, Suiza y Alemania es a estas horas normal o casi, según informa la agencia AFP. En el metro de París no se está notando demasiado la jornada de paro porque se ha diseñado un sistema de servicios mínimos que concentra los trenes en las horas punta.
Esta es la tercera jornada de protesta y la segunda en apenas dos semanas, tras la del 7 de septiembre, contra la reforma del sistema francés de pensiones, que prevé retrasar a 62 años la edad de jubilación, salvo en los casos de empleos más duros. Ya el 24 de junio los sindicatos salieron a la calle contra la reforma y sus convocatorias han ido aumentando de seguimiento. El pasado día 7, más de dos millones y medio de personas, salieron a las calles en las manifestaciones de la jornada, medio millón más que en junio. También las cifras aumentaron en los cálculos del Gobierno. Pese a todo, Sarkozy dijo al día siguiente que mantenía la reforma, aunque encargaba a su Gobierno retoques mínimos.
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