Esteban Almirón, un peón rural de 23 años, recorría el campo cuando bajó a una cañada en procura de un poco de arena, encontrando semi enterrados restos óseos que le hicieron suponer podría tratarse de un animal prehistórico. Tomó algunas fotografías y fue a consultar a un par de personas de su confianza que coincidieron con sus apreciaciones, las que posteriormente fueron reconfirmadas por los técnicos del Museo Paleontológico "Alejandro C. Berro" de Mercedes.
A diferencia del hallazgo efectuado meses atrás cerca de Sacachispas, los restos encontrados el pasado fin de semana en "El Bravío", ubicado en la ruta vieja que va de Dolores a Cañada Nieto, por detrás de la ruta 96 hacia el río San Salvador, se encuentran en un estado muy delicado, en virtud de que están semi hundidos en el agua de la cañada y la arena.
Esa zona del departamento de Soriano, geológicamente conocida como "la formación Dolores", está compuesta con el mismo material arcilloso que el terreno en la zona de Perico Flaco, cerca de Sacachispas donde fue encontrado meses atrás el caparazón del otro gliptodonte. Esto hace suponer que se trataría de dos animales del mismo período, con una datación aproximada de unos 10 mil años de antigüedad. Una primera conclusión a la que arribaron los técnicos que llegaron al lugar es que, si bien se trata de un gliptodonte, ambos ejemplares son de distinta especie, y la novedad de este nuevo hallazgo es que junto al caparazón también pudieron ubicarse piezas óseas del animal.
En una primera instancia quienes dieron con la pieza no quisieron difundir masivamente la noticia para evitar que llegaran al lugar personas curiosas que pudieran terminar estropeándola. Sumado al hecho de que se va a demorar muchos días en poder extraerla, ya que en su mayoría está hundida en la tierra, debajo del lecho de la cañada. Además, el trabajo requerirá de mucho cuidado pues la pieza se encuentra en un estado muy frágil. El trabajo inicial de extracción ya se ha documentado con más de 500 fotografías, algo que permitirá recomponer el caparazón y las piezas óseas. Se cubren con una capa de yeso para protegerlas.
Este nuevo hallazgo se suma al ocurrido meses atrás en Sacachispas, y que hasta el momento constituye la "vedette" del Museo Paleontológico Alejandro Berro , ya que se trata de una pieza completa del caparazón de un gliptodonte, que viene siendo acondicionado para su exposición al público. En esta zona del país es común encontrar piezas óseas de animales prehistóricos, fundamentalmente por la composición arcillosa del terreno, lo que permite su conservación. Aunque en este caso, como en el anterior, se trata de piezas de importantes dimensiones lo que las convierte en un atractivo adicional para los investigadores.
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